En un mundo saturado de impresiones fugaces y placeres momentáneos, la esencia de una fragancia—la que permanece, la que perdura—es algo raro y elusivo. Momiji, la marca mexicana que todas las girlies amamos, acaba de lanzar su propia línea de perfumes presentando 3 fragancias que evocan las ciudades con mayor impacto e influencia en la marca: México, Corea y Japón. No son solo aromas ebotellados, son historias encapsuladas, memorias y momentos de introspección. Fundada por Ale y Cecy Young, dos hermanas profundamente sintonizadas con las sutilezas de la experiencia sensorial, Momiji busca hacer visible lo invisible, transformando emociones, culturas y recuerdos en perfumes que van más allá de ser meros aromas.

“Para las creaciones de Momiji nos inspiramos desde elementos culturales hasta momentos personales, encontramos inspiración en viajes y experiencias significativas. Para nosotros, lo más valioso es poder contar historias y transformarlas en diseños, tipografías y paletas de colores. La creación de un producto es casi como dar vida a una obra artística, un proceso complejo que implica múltiples etapas y detalles. Todo esto culmina en algo que las personas aplican en su piel, lo que nos obliga a mantener altos estándares y una lista rigurosa de no’s.  Cabe mencionar que siempre consideramos las necesidades del mercado mexicano.”

El proceso de creación en Momiji es tanto personal como universal. Las fundadoras se inspiran en una variedad de experiencias: momentos fugaces, rituales personales y las historias compartidas de sus raíces culturales. Cada fragancia es tan compleja como quienes la usan, construida sobre una narrativa que convierte cada perfume en un capítulo de una historia más grande.

“Queríamos fragancias únicas y comenzamos buscando inspiración en cada nota, paso a paso. Teníamos claro que queríamos perfumes que contaran una historia, por lo que la inspiración terminaron siendo países. Nos fuimos por un perfume dulce y otro con un perfil herbal, y el de Angel’s Tea termino siendo gourmand, pero es realmente muy único porque puede ser herbal y dulce también. Teníamos en mente también el precio, queríamos que fuese competitivo y adhoc a nuestra comunidad.”

April, con sus delicadas notas de flores de manzanilla, evoca una nostalgia primaveral; mientras que Cerulean captura el espíritu de una playa mexicana al atardecer con notas de coco cremoso y un toque de sal. Desde el matcha cremoso en Angel’s Tea hasta el melocotón con sal en Cerulean, cada elección es deliberada, casi como si cada botella contuviera un fragmento de una historia sin contar.

Cada producto es visto como un ritual íntimo, casi meditativo; una experiencia que nos recuerda la importancia del amor propio y la presencia en nuestro día a día. Su enfoque en el diseño y la narrativa es refrescantemente diferente: no buscan abrumar los sentidos, sino invitar sutilmente a detenernos, a respirar, y a sumergirnos en las complejidades de cada aroma.

“Adoptamos un enfoque muy curioso e inocente desde el inicio de cada proyecto. Si un empaque innovador no se ajusta a nuestro presupuesto, optamos por no usarlo. Nuestro objetivo es que la fórmula y el empaque sean coherentes con la marca y aporten algo nuevo al mercado sin saturarlo.”

Quien ha sido fan de Momiji desde el inicio, probablemente recordará su primer producto propio, las mascarillas, las cuales han evolucionado con el tiempo, pero su esencia—de cuidado, simplicidad y belleza—permanece inalterada. Su compromiso con la sostenibilidad, reflejado en materiales biodegradables y vidrio reciclable, demuestra que la belleza y la responsabilidad no son excluyentes, sino que están íntimamente conectadas.

“Cuando es posible, optamos por materiales reciclados y empaques biodegradables, como en nuestras mascarillas. Este año, el vidrio ha sido el material predominante en lanzamientos como nuestros perfumes y productos de retinol, ya que pueden reutilizarse.”

La perspectiva de Momiji sobre las fragancias también refleja su visión de la identidad personal. Cada fragancia en su colección es una invitación a experimentar, a combinar, a descubrir una firma olfativa única. “Esta colección es ideal para explorar diferentes aromas que se adaptan a todxs. Las fragancias son variadas y ofrecen una propuesta distinta dentro de su rango de precio, brindando una experiencia de lujo a un costo accesible. Además, invitamos a todos a combinarlas, así pueden crear su propio aroma personal y único.”

Para Ale y Cecy, no existe una esencia fija en Momiji—al igual que no hay una esencia fija en una persona. Celebran la fluidez y la transformación, alentando a todos a encontrar su propia identidad aromática en una colección que se siente tanto lujosa como accesible.

Pensada a manera de galería, puedes visitar la pop up en el segundo piso del Momiji Café (Praga 35, Juárez) hasta el 1ero de diciembre de 10am a 8pm.