Cada colonia tiene la barbacoa que merece: la Portales tiene El Tulancingo
Cada colonia tiene los tacos que merece. O, cada colonia tiene la barbacoa que merece. Por ejemplo, Tlalpan tiene la barbacoa Enrique; folclórica y familiar. La Portales, afortunada como es, tiene El Tulancingo. Esta colonia que es un laberinto de compra y venta, donde uno fácilmente se puede perder y en cambio termina hallando algún tesoro.
Lo cierto es que hay otras barbacoas en el rumbo. El Mercado de la Portales, como todo mercado, es un jolglorio de frutas, especies y barbacoa. Pero a El Tulancingo le respaldan casi 40 años de servicio y familias que vuelven, sábados o domingos, a sus mesas de madera.
Tulancingo es el pueblo de la barbacoa y directo de ahí llega todos los fines de semana. La barbacoa no es poca cosa: el proceso para cocinarla estilo Hidalgo toma tiempo. Son aproximadamente 12 horas en el horno, a la leña, bajo tierra. Las pencas de maguey sirven para que salga jugosa.
Los tacos en El Tulancingo los recomendamos de maciza o espaldilla, según el gusto. Para quienes no comen borrego, hay barbacoa de pollo –cocinada con la misma meticulosidad. Como siempre, los tacos en tortilla azul; pero también hay tacos dorados. El consomé va solo o con pancita. Y las quesadillas de maíz azul al horno o la ensalada de nopal (estilo Hidalgo) son aquí, como en cualquier buen restaurante de barbacoa, una razón para visitarlo.
Saliendo del mercado, frente a El Tulancingo, se pone una señora que trae productos de la Milpa. Antes de llegar a comer pasa por ahí y compra un aguacate para acompañar tu comida. .