Así es, en la colonia San Miguel Chapultepec hay dos abarrotes La Esperanza. Uno está en General Gómez Pedraza nº35 y el otro en General Juan Cano nº59 pero no son de los mismos dueños. El primero, General Gómez Pedraza nº35, es un edificio antiguo de color naranja con piso de pasta y cierto aire de provincia. Sus anaqueles de madera color blanco están ordenados por campos semánticos: limpieza (el cloro, el fabuloso y el roma no faltan), conservas (latas de rajas, frijoles y chipotles). El quesote Oaxaca abarca gran parte de su refrigerador y deja el resto del espacio para los embutidos y sándwiches. Eso sí, nada de cigarros sueltos. Son bien madrugadores y desde las 8:00 am ya están abiertos con las noticias puestas en la tele. Lo que llama la atención es que su la vitrina funciona como galería de arte. La idea surgió por Bree Zucker, una pelirroja que trabajaba en la galería kurimanzutto y el despacho de arquitectos APRDELESP, unos visionarios clavados.
A unas cuadras, en la planta baja de un amplio edificio de Juan Cano, la segunda tienda de abarrotes La Esperanza, abre tarde por ahí de las 10:00am van levantando la cortina amarilla. Tienen servicio a domicilio si vives en la colonia y se pueden pedir cigarros y vino como hasta las 8:30 de la noche. Al parecer hubo un malentendido con los de APRDELESP y ahora los dueños de la tienda rentan la vitrina para también poner obra de arte pero ya no como parte de la galería La Esperanza. Sí, así de extraño como suena: existen 2 tiendas abarrotes La Esperanza en la San Miguel Chapultepec y las 2 tienen una vitrina de arte. El señor –buenísima onda– me comenta que cualquiera puede rentar la ventana y exhibir “arte”, se ríe y me dice que hasta yo podría exponer.
Por el momento se muestran dos piezas. Una escultura de Silvia Gruner, artista mexicana que trabaja varias disciplinas y ha expuesto en varios museos en México y el extranjero. A su lado, una fotografía de Omar Gámez, fotógrafo que cuenta también con reconocimiento internacional.
En la galería La Esperanza (General Gómez Pedraza nº35 ) se exhibe la pintura de Santiago Marín de Buen y lo que puede verse en la vitrina es un dibujo de latte creme, un postrecito de Marinela que contiene 40% de leche y un osito Bimbo medio mal dibujado –pero simpático– que anuncia donas con azúcar y nos recuerda los lunchs de la primaria. La “muestra” se titula: Sobre las cosas resplandecientes y por lo que entiendo tiene que ver con la presencia de las cosas, lo que hubo, lo que hay, lo que está y lo que va a cambiar. Se puede ver hasta el 20 de enero.
Mucho arte público en la San Miguel Chapultepec; de lo que no estoy segura es que la historia sea exactamente como la cuento, lo que sí es que todo está ahí, como las cosas que resplandecen.