En la Semana del Arte de la Ciudad de México hay una subasta que no es solo una subasta. Es más bien un experimento de colaboración, un intento de reorganizar la manera en que circula el dinero en la comunidad artística local. Se trata de la subasta del Castillo de Chapultepec, que este año sucederán del 3 al 8 de febrero en su sede de San Miguel Chapultepec.
El Castillo de Chapultepec no es un castillo ni está en el bosque, sino un espacio gestionado por la oficina de arquitectura APRDELESP que funciona como archivo, biblioteca, imprenta, quiosco, lobby y salón de eventos. También es un lugar de pensamiento, un nodo de infraestructura artística que se va construyendo sobre la marcha. Su modelo de gobernanza reparte los recursos de manera más equitativa y permite que el dinero que se mueve aquí sirva para sostener la práctica artística más allá del mercado tradicional.
En esta edición, más de 150 artistas han creado obras únicas específicamente para la subasta. La selección de artistas parte de quienes participaron en la edición anterior y se expande cada año, sumando nombres relevantes dentro de la comunidad local.
df
df
El sistema de pujas inicia el lunes 3 de febrero con una inauguración de 7 pm a medianoche y se mantiene abierto hasta el sábado 8 a las 10 pm. La dinámica es sencilla: todas las subastas corren simultáneamente, y cualquier nueva puja en los últimos 15 minutos reinicia la cuenta regresiva para dar oportunidad a más participantes. Quienes quieran visitar la exhibición pueden hacerlo entre el martes 4 y el viernes 7 de febrero de 4 a 10 pm. La puja puede hacerse en persona o en línea, a través de subasta.elcastillodechapultepec.com.
Lo recaudado se distribuye así: 35% para el artista, 10% para un fondo común entre los participantes y 10% para un banquito solidario que ayuda a artistas con necesidades específicas. Es una estructura de financiamiento distinta, en la que el arte no solo se compra y se vende, sino que también sostiene y redistribuye.
Una buena subasta siempre tiene algo de adrenalina, pero esta, además, tiene sentido.
Agustín Melgar 73, San Miguel Chapultepec