Si Salón ACME se considerara en algún momento una mera feria de arte, estaríamos totalmente equivocados. Sus premisas son claras, y aunque les gustaría promover el coleccionismo entre los jóvenes con obras que, como aclaran, no sobrepasan los 20.000 pesos, su principal objetivo es el de dar espacio expositivo a artistas emergentes que estén desarrollando obra en México. Tanto es así que en esta edición se inaugura un espacio de editoriales independientes porque, en palabras de Homero Fernández Pedroza, uno de los fundadores de Salón y de Parque Galería, “muchos de nuestros artistas tienen algún proyecto editorial porque es de alguna forma lo más inmediato a la expresión.” Todo por y para sus artistas.
Salón ACME nació con la intención de ser una plataforma artística que viviese de patrocinios y otorgase el 100% de lo recaudado de la venta de las obras a sus creadores. Así lo cuenta Homero: “Con Salón ACME teníamos la idea de vivir de patrocinios y de que el 100% de la venta de la obra fuese para los artistas pero luego nos dimos cuenta que los patrocinios no daban tanto dinero y empezamos a tener problemas de fondos. Entonces hicimos durante unos años una subasta pero decidimos que no era nuestro perfil, no nos sentíamos tan cómodos con ese formato. Entonces decidimos explorar otras formas de recaudar fondos y surgió la colaboración con las galerías.”
Esto que cuenta Homero hace referencia a que en un primer momento el Salón colaboraba sobre todo con artistas cuya carrera estuviese iniciando y que no estuviesen todavía representados por galerías. Ahora, las galerías entran a formar parte de la plataforma para que, sin perder la esencia, puedan presentar a artistas que les gustan pero que no necesariamente sean parte de los representados por ellos. Este año galerías como Travesía Cuatro, José García u OMR estarán presentes, junto a un espacio dedicado al estado invitado, Guanajuato, con la curaduría de Juan Caloca. Suena a mucho ya, pero todavía hay más: un espacio gastronómico, una bodega ACME donde se venderán obras que participaron en años anteriores y hasta mesas de debate.
Pero, ¿por qué unos chicos como Homero Fernández, Zazil Barba, Álvaro Ugarte y Alejandro Gutiérrez Champion (sus fundadores), le apuestan tanto al arte joven? “Tiene que ver un poco con nuestra generación, con la cantidad de producción artística que hay y que sería una lástima no apoyar. Nos mueve mucho el arte porque es la única forma con la que se puede cambiar el mundo y de alguna forma como dijo Sofía Hernández, ‘a lo largo de la historia todo va y todo cambia, lo único que queda es el amor, el sexo y el arte’”, comenta Homero. A esto, Zazil Barba añade:
El hecho de que sea hacia artistas jóvenes es porque también son los más desatendidos y ahí nosotros queremos hacer algo como plataforma para que puedan seguir su camino”. Y que Alejandro completa: “Y que sean emergentes además, no quiere decir que sean jóvenes. A veces nos llegan propuestas de gente mayor pero que son emergentes porque están empezando en el mundo de arte.
En estos cinco años han conseguido mucho. Nombran con orgullo a los artistas que comenzaron exponiendo en el Salón y a los cuales ayudaron haciendo que las galerías y los coleccionistas se fijasen en ellos: Pablo Dávila, quien actualmente es representado por la galería FIFI projects, Morelos León, Ana Bidart o Federico Martínez, quien ya trabaja con dos galerías, una en Barcelona y otra en Bruselas. Esto es mucho logro para ser una plataforma de jóvenes ayudando a jóvenes. Nuevas generaciones ayudando a sus coetáneos a lograr un hueco en el mundo en el que ellos mismos siguen buscando el suyo. Por esto, hago un llamamiento a los jóvenes, y no tan jóvenes, a visitar el Salón ACME del 9 al 12 de febrero.
La edición de este año contará, además, con fiestas el viernes 10 y sábado 11 desde las 22 hasta las 4 horas. Porque más que un acto de solidaridad, esta ayuda generacional es un acto revolucionario de unión y esperanza hacia el futuro incierto.
.
[snippet id=”7804″]
.