Las primeras 4 letras del restaurante abrevian los nombres de los fundadores, Mercedes Bernal y Rodney Cusic, y la última sílaba es por la mamá de Mercedes, que es socia y parte esencial del proyecto. Meroma lleva unos años en la Roma. Es uno de los restaurantes más ricos de la ciudad y, si lo redujéramos a una palabra, diríamos fresco.
Las ventanas ovaladas, la selección de muebles (por Comité de Proyectos) y la restauración de la casa (a cargo de OPA) son insignia ya de Meroma. Es rico estar allí. Te recibe con una barra con cítricos de temporada y una pequeña salita en donde sirven bebidas burbujeantes. La idea de esta antesala es que puedas tomar y comer algo rápido a la hora que sea o esperar tu mesa con un trago (fresco) en la mano. En el segundo piso esta el restaurante y hay una terraza donde casi siempre es mejor estar.
La frescura de la que la hablamos tiene su fuente –brotante– en el menú que cambia como cambian los ingredientes de mercado en temporada. No hay tantos platillos que se queden siempre. En Meroma trabajan con más de 12 productores locales que ya son amigos cercanos y grandes aliados de los chefs. La mantequilla y quesos están hechos con leche de Zacatlán, el pan es de una masa madre de más de dos años, el maracuyá es de Xochimilco, las pasas y ahumados están hechas en casa. Los chefs salen de la cocina y hablan con los comensales, atienden a todos con una sonrisa.
Fuimos a Meroma a ver qué hay esta temporada
Primero probamos la trucha ahumada con frijoles criollos, hinojo marinado, almendra, aguacate y flor de calabaza. Luego un fresquísimo wahoo marinado con betabeles rostizados, aderezo de cilantro, jugo de pepino y salsa de jocoque. Después (por si fuera poco), una deliciosa pasta cavatelli con ragú de costilla de res y, de postre, un semifreddo de vainilla de Papantla. Todo delicioso.
Las recetas de Meroma no se centran en una zona geográfica en especial; rompen barreras para crear una cocina universal. Lo que hacen es crear es una cocina nueva de la Ciudad de México, accesible y sustentable pero, sobre todo, fresca.