Entre gritos de “shake” y “shack”, la Ciudad de México recibe a la famosa hamburguesería neoyorquina en una de sus glorietas más emblemáticas. Shake Shack abrió sus puertas en 2004 en Madison Square Park en la forma de un carrito de hot dogs. 15 años después siguen habiendo filas de personas en todas las sucursales, que suman más de 200 alrededor del mundo. Pero más allá de que sea una cadena, el New York Times la llama el “anti-chain chain”, porque cuidan bien la calidad de sus ingredientes y servicio al cliente. A partir de este mes, justo enfrente del Ángel, en Reforma 333, se pueden disfrutar las famosas hamburguesas, papas fritas y malteadas.
Menú tropicalizado en Shake Shack México
La sucursal tiene un menú corto pero bien seleccionado, y procura ofrecer el auténtico sabor americano sin olvidarse de su nueva localización latina. Shake Shack trae a México un menú especializado y adaptado al paladar y a los ingredientes mexicanos. Es decir, tropicalizado. Hay cinco diferentes tipos de hamburguesas. Están las clásicas como la “smoke shack” y “shake burger” (podemos atestiguar el gran sabor y calidad de ambas) o hamburguesas como la “shroom burger,” que reemplaza la carne con una pieza de portobello relleno de queso. Lo más importante de estas hamburguesas, además de que son deliciosas, es que toda la carne es Angus 100% natural sin hormonas ni antibióticos.
Shake Shack también vende dos tipos de hot dogs y las características papas “crinkle cut” (que parecen palitos de waffle). Para completar la triada del American dinner, están las famosas malteadas de 7 diferentes sabores (las clásicas de vainilla y chocolate, y también las tropicalizadas como la de horchata). De postre están los “concretos”, que son natillas congeladas con toppings (algo así como un MacFlurry sofisticado). Aquí también hay opciones “mexicanas” como el “Oh Ma-Mey”, un custard de vainilla mezclada con mamey y limón.
Menú de bizcochos para perros
Además, el menú de Shake Shack tiene la sección Woof: unos bizcochitos para perros hechos de avena cacahuate, manzana, y harina de arroz. Así, uno puede ir de date con su mascota y ambos saldrán felices y llenos.
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