Azcaptzalco, al norte de la ciudad, es un lugar con espacios imperdibles. Hay parques y un sinfín de restaurantes y cantinas que, por cierto, lo convierten en el nuevo corazón gastronómico de la ciudad. Así que puede ser un buen destino para aprovechar los días de descanso.
Entre las calles chintololas están algunos de nuestros lugares favoritos para caminar o pasar el rato con amigos. Acá dejamos una selección de los sitios:
Parque de la China
caminatas entre vegetación imponente y una estatua de José José
El parque de la china es un lugar muy querido en el que nos gusta caminar los fines de semana. Hay un kiosco color melón en el centro, una estatua de José José —el chintololo más célebre de Clavería. Una caminata por allí es un asunto casi selvático por lo espeso de su vegetación. Hay bambús, garras de tigre, eucaliptos y monsteras que desentonan con la vegetación que hay en el resto de la ciudad.
Antes de ser parque, allí estaba uno de los viveros de la familia Matsumoto, quienes poblaron la ciudad de jacarandas. Fueron ellos quienes lo llamaron bautizaron como Bosque de la China por el aspecto que le dieron sus bambúes.
[snippet id=”50507″]
Parque Bicentenario
y su asombroso orquidiario
Sin que sea un jardín botánico, el Parque Bicentenario en Azcapotzalco tiene una antigua refinería restaurada y adaptada para poder resguardar diferentes ecosistemas. Tienen un matorral xerófilo, bosque mesófilo de montaña, dos bosques tropicales, uno de coníferas, otro de encinos y un orquidiario.
Los fines de semana es común ver a niños y adultos —sobre todo adultos— caminando entre los pasillos del orquidiario susurrando los nombres científicos de las flores e intercalando sus nombres comunes: pulpitos, monjita blanca, oreja de venus, zapato de venus, dama de noche…
El orquidiario y los nueve espacios que resguardan los otros ecosistemas son templos necesarios en medio de una ciudad como la nuestra. Luego de procesar petróleo por 60 años, la antigua refinería hoy es un espacio que resguarda vida y alegra el día de quienes lo visitan.
[snippet id=”52979″]
Parque Tezozomoc
y su réplica del lago de Texcoco
Este es otro de los espacios más bonitos de Azcapotzalco. Lo diseñó el arquitecto y paisajista Mario Schjetnan, quien se basó en la antigua topografía del Valle de México para ambientar el parque, las islas tienen el mismo estilo arquitectónico de las chinampas donde los mexicas plantaban toda clase de vegetales. Con todo, el Parque Tezozomoc es un Tenochtitlán en chiquito. Aunque no tiene pirámides, su laguna central es muy parecida a la capital de la cultura mexica.
Para recorrer todo el parque uno puede hacer un paseo en lancha o llevar su bicicleta. Para los niños hay un tren eléctrico que recorre los sitios más representativos del espacio de 27 hectáreas. Una de las características más importantes del parque —además del lago, obviamente— son las estatuas que narran la fundación de Tenochtitlán.
[snippet id=”52985″]
El Dux de Venecia
una cantina para pasar la tarde
Aunque muchos sitios aprovechan la semana mayor para tomarse unas vacaciones, en el Dux de venecia no interrumpen sus labores. Su entrada es pequeñita y muy discreta, pero adentro siempre es una fiesta. Quienes lo han visitado saben que nunca falta la música de los tríos que van de bar en bar buscando unas monedas.
Es una de las cantinas más antiguas de Azcapotzalco (abrieron en 1918) y además de cervezas y tragos en vaso jaibolero, sus comensales siempre aprovechan la tarde para comer alguno de los deliciosos platillos que preparan como botana.
[snippet id=”52986″]
Faro Poniente Xochicalli
y su juego de pelota
En tiempos prehispánicos, éste era un juego de vida o muerte. Aunque todavía no sabemos si los sacrificados eran los vencedores o quienes perdían el juego, hacernos una idea de cómo era el juego siempre es interesante.
La cancha está allí desde 2018 y siguen jugando con las mismas reglas de hace 500 años. La pelota es de caucho y pesa alrededor de 4 kg, lo que implica un esfuerzo físico mucho mayor. Quienes estén interesados en practicar este deporte milenario, sólo tienen que inscribirse y tener buena condición física. También tienen talleres de danza, medicina tradicional y huertos urbanos durante todo el año.
[snippet id=”35097″]
**
Es una lástima que los tacos parados de Pepe y el restaurante Nicos no estén abiertos en estas fechas, pero vale la pena tenerlos en cuenta para planes futuros.
.
Más en Local.Mx
Mesón Taurino: donde inventaron la gaonera y el caldo chintololo, y donde uno va a comer bien