Después del petróleo, la industria textil es la que más contamina en el mundo. Sin Etiqueta es un proyecto que tiene eso muy en mente, y sus productos (bolsas, porta laptops, carteras, libretas…) son fabricados con materiales reciclados. 

Sin etiqueta nació del deseo de hacer conciencia ambiental a partir del diseño sustentable. Sus creadoras, Adriana Zuñiga y Carolina Kopeloff, querían abrir la posibilidad de comprar productos de la industria textil que no estuvieran ligados a los procesos de teñido que contaminan el agua o a los del enorme desperdicio de materiales en las maquilas. Así que para su tienda tuvieron que buscar nuevas alternativas.

¿Cómo nació el proyecto?

Foto: © Sin etiqueta

Para financiar los primeros productos de Sin etiqueta, Adriana y Carolina vendieron ropa de segunda mano en abril de 2018. Así, el nombre de la marca comenzó a cobrar sentido. Darle una nueva vida a las prendas fue el primer paso coherente para iniciar una marca con la idea clara de que vestir bien no equivale a dañar el medio ambiente.

A finales de ese mismo año, abrieron la tienda de Sin etiqueta. Los productos que ofrecen son especiales: el diseño es sencillo y todas las fibras que utilizan para fabricarlos son resultado de un proceso de reciclaje que empata perfectamente con el concepto del proyecto, pues durante su manufactura no se utiliza una sola gota de agua o colorante que arroje residuos nocivos al medio ambiente.

¿De dónde vienen sus materiales?

Foto: © Ritta Trejo

Toda la tela que se utiliza en Sin etiqueta viene de Novabori, una empresa en Tlaxcala que recolecta tela sobrante de las maquilas, separa los retazos en colores y luego fabrica nuevas madejas de hilo a partir de ellos. Las fibras no pierden calidad o fuerza en el reciclaje y las prendas son igual de duraderas que si provenieran de materiales nuevos.

Lo mejor de Novabori es que durante el reciclaje de las telas no utilizan agua, sino enormes molinos que trituran las fibras para convertirlas en hilos. Tampoco utilizan ningún proceso de teñido o químicos pues al separar los retazos por colores los pantones están sujetos a la recolección. 

En el caso de las libretas de Sin etiqueta, el proceso también es cuidadoso del medio ambiente. Para las hojas utilizan un material llamado papel piedra hecho con polvos minerales compactados; incluso su aspecto es muy diferente al papel vegetal, pues tiene un acabado brilloso como el del papel encerado.

Foto: © Sin etiqueta

Algo muy importante del papel de Sin etiqueta es que es fotodegradable: se deshace al exponerse a la luz lo que asegura una descomposición rápida de las libretas usadas.

Los productos de Adriana y Carolina están muchas veces en bazares a lo largo de la ciudad y uno puede visitarlas en su tienda en la colonia Juárez, llena de objetos sencillos y hermosos. Cada pieza lleva entre las fibras la seguridad de un gasto mínimo de recursos; sin procesos complejos o grandes marcas. Todo es un circuito de esfuerzos responsables y cuidadosos.

 

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