ARCHIVO Diseño y Arquitectura es uno de los lugares en la Ciudad que hay que conocer: su especie, acaso en peligro de extinción, es un acervo de hallazgos nacionales de diseño y arquitectura lo largo de más de un siglo. La colección guarda más de 1500 objetos, ahora a cargo del gran “bibliotecario” Mario Ballesteros, quien lo ha convertido en un referente para la comunidad de arquitectura y diseño de nuestro país. Además, la casa es en sí un espacio magnífico.
De cara al nombramiento de la Ciudad de México como World Design Capital 2018, ARCHIVO presenta la primera exposición de le serie México Ciudad Diseño (MXCD), tres exposiciones que explorarán el presente, pasado y futuro del diseño en nuestra capital. La de ahorita, MXCD01 (“presente”), es imperdible para tener una buena idea de lo que se está produciendo en diseño nacional, y de las contradicciones y excentricidades que tienen lugar en el campo de la creatividad actual.
Gracias a que es un espacio independiente, experimental y fuera del formato del arte “institucional”, ARCHIVO se puede permitir una exposición como esta, que mezcla el diseño en México en todas sus variantes: desde piezas de autor, de entusiastas tecnológicos, agitadores estéticos y estudiantes, hasta invenciones que ocurren en los márgenes de la economía formal (como objetos de piratería). Es decir, México Ciudad Diseño no sólo muestra un mapa de lo mejor del diseño y la creatividad en México sino también un espacio que pone en crisis la idea que tenemos de lo que es un diseñador.
Para cada exposición invitaron a despachos de arquitectura que están a cargo de la museografía de la expo. En esta ocasión fue el turno de PALMA: una firma de jóvenes (muy jóvenes) que, además de acomodar y diseñar la disposición de los objetos, se encontraron con este material alucinante que es plástico triturado: la materia prima antes de los productos de plástico (botellas, PET, objetos), y del cual está repleto el espacio. Al verlo desbordar el espacio dan ganas de ir descalzo o quizás revolcarse imaginariamente en él. Es como una playa de basura urbana, un mar de ruido, que dialoga directamente con la ciudad.
Entre los 30 diseñadores, artistas y creadores formales e informales que participan, está el gran Abel Carranza de “Los Gemelos Fantásticos”; el mismo que inventó las mochilas con bocinas que se usaban en el metro para vender discos piratas y que funcionan con una pila de 12 volteos por 5 horas seguidas. En esta ocasión, Abel presentó su “diablito”: un sistema de sonido completo con luces que también funciona con pilas de 12 v y dura hasta 11 horas espoleando las mejores fiestas.
Recomendamos ir a ver esta exposición porque, como dijimos arriba, no se parece a nada que hayamos visto y, lejos de ser excluyente, muestra los fascinantes rincones del diseño actual que por lo general pasamos por alto.
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