Sobre los restos del antiguo templo de Huitzilopochtli, señor mexica de la guerra, se levanta el Ex Convento de Churubusco y su iglesia rodeada de enormes cañones. Ahí mismo, justo a un lado del templo de San Diego está el Museo de las Intervenciones, que no muchas personas visitan y nos parece increíble.
El Museo de la Intervenciones cuenta la historia de las intervenciones extranjeras en México. Hay banderas antiguas y todo tipo de armas que relatan a los visitantes cómo fueron las diferentes batallas que resistieron los muros del Ex Convento, que todavía tiene algunos impactos de bala en su fachada.
La planta baja del museo está dedicada a su pasado como monasterio de los monjes franciscanos que llegaron a Churubusco en 1524. La cocina y el comedor de los monjes se reprodujo casi a la perfección, así los visitantes pueden ver a detalle la austeridad en la que vivían. Pero una de las partes más disfrutables está afuera, en el huerto. Es un espacio también recreado a como se usaba en esos tiempos, y está lleno de árboles frutales y hierbas aromáticas. Los monjes sembraron ahí plantas medicinales que utilizaban los mexicas y muchas otras que trajeron los misioneros que llegaban a México desde otras colonias españolas. Todo ahí tiene frescura.
Subiendo las escaleras comienza el recorrido por las diferentes intervenciones extranjeras en nuestro país. La primera de ellas fue la estadounidense en 1846, cuando expulsaron a los monjes del convento para convertirlo en hospital y fortaleza para las tropas. De hecho, justo antes de subir hay un Cristo que posiblemente fue decapitado por las tropas norteamericanas. Esta invasión inició cuando el gobierno mexicano se negó a vender Texas a Estados Unidos. Enviar tropas a México fue un mensaje de que tomarían el terreno a como diera lugar.
Durante esta batalla se unió al ejército mexicano un grupo de soldados irlandeses y escoceses conocidos como el Batallón de San Patricio, que consideraron injustos los motivos que tenía el gobierno estadounidense para invadir México. Por eso el primer domingo de cada mes una banda de gaitas sale del museo para rendir homenaje a los soldados que se unieron al frente que defendió al Ex Convento.
En los pasillos del Museo de las Intervenciones se escuchan corridos y canciones populares que sirvieron de banda sonora para estas guerras. Las fotografías, especialmente las de la revolución, ayudan a que las personas entiendan un poco más acerca del estilo de vida de quienes pelearon en estos conflictos. Con todo, el Museo de las Intervenciones no es otra cosa más que un resumen sobre la curiosa historia de un Ex Convento en Churubusco.
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