Los pasteles de Cata con Amor provocan infatuación: son elegantísimos, sencillos, delicados y –desde lejos se ve– hechos con cariño. Esta tienda usa la superficie de sus pasteles como lienzo para crear composiciones hermosas y raras con plantas y flores. Son creaciones de Alexia Frangos, quien diseña los pasteles, uno por uno y, al parecer, ama lo que hace.
Los pasteles se hacen por pedido, son personalizados. Por ejemplo, si uno pide un paisaje marino en su pastel, podría tener una tiburón gris con lunares blancos, suculentas como corales y betún jaspeado que simula las olas del mar. El sabor es a elegir; la decoración no va necesariamente ligada a los ingredientes. En Cata con Amor un paisaje marítimo puede saber a manzanilla con curd de naranja y azahar. O un pastel de navidad puede saber a chocolate con dulce de leche –y no necesariamente estar decorado con la parafernalia navideña.
La originalidad de Cata con Amor no está sólo en el diseño de sus pasteles, sino en las combinaciones de ingredientes que integran. Mezclas extrañas como la que acabamos de mencionar, otras más dulces como vainilla con dulce de leche y cardamomo, o frutales, como el pastel de frutos rojos con glaseado de cardamomo.
Este “taller de repostería”, como ellos mismos se llaman, utiliza y vende su propia miel mantequilla de flores del bosque, mermeladas artesanales y vainilla en vaina. Regularmente imparten talleres de cocina y repostería para aprender a hacer, por ejemplo, donas o mermeladas.
Cata con Amor es el lugar ideal dónde pedir pasteles para esta temporada navideña. Recomendamos contactarlos con varios días de antelación porque en fin de año siempre están bastante ocupados.
Pedidos: [email protected]
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