Existe un hospital público en la colonia Obrera que combina tratamientos de homeopatía (medicina alternativa y complementaria) con alopatía (medicina tradicional y “científica”). Se llama el Hospital Nacional Homeopático de México (HNH) y lleva más de siglo y medio en la calle Chimalpopoca 135, a unas cuadras del metro Pino Suárez.
Lo fundó el general Porfirio Díaz en 1893 en un antiguo Polvorín del Virreinato ubicado en los límites de la ciudad. Lo extraordinario es que surgió en una época en que la medicina utilizaba métodos agresivos como sangrías, ventosas, vomitivos y purgas, y usaba dosis muy altas de sustancias perjudiciales para el cuerpo como el mercurio. Éste hospital se creó para curar “de manera pronta, suave y duradera enfermedades de tipo funcional con un mínimo de reacciones secundarias y con medicamentos de muy bajo costo”.
El Hospital Nacional Homeopática pasó de ser privado a ser de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y hoy, aunque suene inverosímil, es parte de la Secretaría de Salud. Resulta insólito que un hospital de homeopatía forme parte del sistema de salud pública, especialmente por los prejuicios que aún existen en torno a la medicina alternativa y complementaria.
Desafortunadamente –para los románticos– no es un edificio con fachada porfiriana, es más bien una mole de concreto blanca, fría y desangelada con un mural pintado al frente y una entrada de paneles negros brillantes que cumple con todos los requisitos de arquitectura de ‘hospital’. El edificio ha pasado por varias remodelaciones, incluyendo la más reciente que comenzó en el 2006 debido a una necesidad urgente de ampliar y remozar sus instalaciones. La fachada del antiguo casco del hospital aún sobrevive en el jardín central del nuevo edificio.
Actualmente el HNH se ha transformado en el hospital más grande de medicina homeopática de América Latina y brinda “atención médica general y de especialidad de calidad, utilizando terapéutica homeopática y convencional a costos accesibles a la población”. Cualquier persona puede ir a tratarse al HNH dirigiéndose al área de consulta externa. Sólo tienes que llevar tu IFE. Allí te atienden médicos especialistas y médicos generales homeópatas por el increíble precio de 90 pesos. El servicio de consulta externa está integrado por dos plantas con 28 consultorios, que dan atención en los turnos matutino y vespertino, de lunes a viernes.
El turno matutino inicia la atención a las 7:00 am y el vespertino a las 14:00 pm. Como no toman citas previas, es recomendable llegar una, dos o tres horas antes del inicio del turno para tomar una ficha y hacer fila.
El HNH también tiene farmacia homeopática y servicios de cirugía general, medicina interna, pediatría, ginecología, obstetricia, psicología, oftalmología, otorrinolaringología, endoscopía, nutrición, enfermería gerontológica y servicio dental. Además, cuenta con los servicios de hospitalización, urgencias, laboratorio, rayos X, ultrasonografía y electrocardiografía.
Por último, es importante decir que el uso y la efectividad de la homeopatía es objeto de debate. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se deben usar medicamentos homeopáticos para tratar algunas enfermedades con alta tasa de mortalidad, como la tuberculosis, el VIH/SIDA, la malaria, la gripe común y la diarrea infantil. Pero no te desanimes porque los beneficios que ofrece la homeopatía son innegables, por más de que el establishment conservador científico y la industria farmacéutica pongan en duda su eficacia. Ya si no te curas con los métodos más naturales, menos agresivos y más baratos de la homeopatía, puedes entonces tomarte unos antibióticos.
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