Nuestra querida y diminuta galería breve tiene una exposición, la última del año, que queremos recomendar mucho. Se llama Dog Days y es la primera exposición individual de la fotógrafa Andrea Martínez. En ella cada foto corresponde a una investigación visual provocada por la experiencia de enfrentarse conscientemente a una situación lumínica y climática específica. Es decir, nos recuerda que somos entes sensibles a la luz al igual que lo es la fotografía. ––En sus fotos, el cuerpo también se convierte en materia fotosensible que reacciona, se quema, se cega, transpira.  

Los sujetos (o los soportes) en sus fotografías están afectados –”bajo la influencia”– de la luz cálida del sol de verano.

andreamartinez

¿Cómo nos afecta el sol, su salida, su presencia, su falta? Esa luz cegadora, obturador que nunca se cierra solo se desplaza y es una llamarada que cuenta los días, los años y acoge a los humanos en una sonrisa complaciente y a veces extenuante… Demasiado cálida. Como material, la luz crea efectos fisiológicos y psicológicos que causan diferentes reacciones en  los individuos. Pero, sin excepción, todos nos relacionamos con ella. Calor, rubor, intimidad, sudor, sonrisa y miradas que generan una especie de complicidad entre sujeto y el ojo que observa, que capta y registra ese sol de mediodía, casi como reloj. Eso relatan las fotos de Andrea y nos encanta la idea de pensar, siempre, en el clima. 

Andrea Martínez (Brasil, 1982)

Artista mexicana.  Licenciada en Artes Visuales por La Esmeralda.  Su práctica se enfoca en trabajar desde las bases de la fotografía: entender la luz como idea, materia y material.  En términos de representación, su trabajo zigzaguea entre géneros tradicionales como el paisaje y el retrato, tan amplios y complejos cada uno que le permiten utilizarlos como anclas para después moldearlos hacia otras formas de representación, como puede ser la abstracción, y hacerlos dialogar con otros medios como la pintura.

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