Se estima que el 75% de los perros del país son callejeros, lo que sitúa a México como el primer lugar de América Latina, y poco se hace a respecto. Ello explica bien por qué hay esfuerzos farmacéuticos y de todo tipo por ayudar a reducir estas cifras ––el sufrimiento que estas cifras significan. El más prometedor es el de las croquetas anticonceptivas, que llevan 25 años de investigación y que parece que son muy buena idea.
Las croquetas anticonceptivas son naturales y podrían llegar a muchos más perros que la esterilización quirúrgica. No son una solución, desde luego, pero sí pueden ayudar a disminuir la reproducción de los perros callejeros. Al parecer con darles de comer croquetas una vez se inhiben 1 o 2 “celos” inmediatamente.
Al frente del proyecto está Sheila Irais Peña, que estudia el doctorado en Biología Experimental en la UNAM, y Héctor Serrano, académico de la UAM. Las croquetas están en etapa experimental pero funcionan al inhibir el ciclo de ovulación de las perras por uno o dos ciclos al año.
Lo que buscan es patentar el método anticonceptivo, que no sea invasivo y que tampoco tenga efectos negativos para las razas. Falta por definir cuánto tiempo siguen funcionando en el organismo y los efectos que tienen a largo plazo. Los seguiremos de cerca.
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