Un buen matcha puede oler a flores y saber un poquito a mar. A veces tiene notas cítricas o vegetales, ahumadas o herbáceas; puede ser intenso o delicado. Del matcha sabemos que es verde, que es un té, y en realidad no sabemos mucho más. Para aprender y degustar el té del verde más brillante, está el Festival de Matcha 2018. Dos días de degustaciones de matcha, postres, coctéles, talleres y comida: sábado 10 y domingo 11 de noviembre.

 

El matcha es un té puro japonés cuyas hojas se cubren del sol unas semanas antes de la cosecha. Como maduran en la sombra producen más clorofila y, por tanto, concentran su color característico: ese verde casi brillante. En el matcha la hoja entera se muele, así que todos los nutrientes pasan directamente al cuerpo. Se puede convertir en postre con un pequeño grado de té o en un ritual con la más pura de las cosechas. El Matcha Festival es la iniciativa para conocer mejor cualquiera de los dos hemisferios.

El programa

El festival de matcha tiene como inspiración este año una filosofía estética japonesa que enaltece lo más simple, lo más rústico. Wabi-sabi (侘・寂) es melancolía serena y un auténtico reconocimiento de que nada dura y nada es perfecto.

Con esa idea se organiza el festival que estará dividido en tres zonas:

Mundo verde: comidas y coctéles inspirados en las recetas emblemáticas con matcha
Chanoma: postres, utensilios especiales, productos con el matcha y exposición de cerámica
Salón dorado: postres inspirados en el oro en la gastronomía y algunos talleres

La tradición del matcha es milenaria y su perfil gustativo más amplio de lo imaginable. También es el té con más antioxidantes. Mientras que en el verde gran parte de los nutrientes se pierde al tirar las hojas de la infusión, en el matcha la hoja entera, con todas sus virtudes, está en el polvo brillante.

Los boletos se pueden comprar en este enlace (también en el evento aunque más caros), y pueden ser por ambos días, o sólo uno. Aquí puedes checar más información del festival.

 

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