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Uno de los grandes amores de Gerardo Murillo, a quien todos conocemos como Dr. Atl, fueron los volcanes. El pintor incluso se volvió montañista, vivió a las faldas del Iztaccíhuatl y Popocatépetl, y estudió vulcanología en Italia. Tanta atracción por estas formaciones geológicas le concedió el destino de presenciar el nacimiento de una: el volcán Paricutín (1943).
Gerardo Murillo vestía trajes azulados, el bigote y el peinado a la usanza de finales de 1800.
Dr. Atl dibujó y pintó decenas de volcanes, y escribió Sinfonías del Popocatépetl (1921) y Cómo nace un volcán. El Particutín (1950), entre otras obras encantadoras, desagradables, lujuriosas, “con aliento cósmico”, como dijo Carlos Pellicer.
Un día cómo hoy en 1875 nació Gerardo Murillo Coronado, paisajista, vulcanólogo, escritor, viajero, periodista, montañista, inventor de colores y artista fuera de serie.
Si consideráramos renovar algún tipo de nacionalismo, que sea en figuras como Dr. Atl, quien dedicó gran parte de su obra a la pintura del paisaje mexicano y encontró en los volcanes que rodean el valle de México faros que iluminan las tinieblas.
Feliz cumpleaños, Dr Atl.
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