En el mismo local en la Condesa donde estuvo alguna vez el querido Videodromo hoy hay un letrero de luz neón rosa que dice “Suuway”. Se trata de un nuevo restaurante de comida japo-tailandesa –del mismo dueño del Mog, el Ah-Un y el Sumiya– que cumple bien dos funciones elementales para esta colonia y estos tiempos: la función de reconfortar y la función de ofrecer calidad (tan escasa en los alrededores).
Suuway significa “bonito” en tailandés. El menú de Aida, el chef de origen japonés, esta llenó de platillos que se sirven en platos hondos… y todos sabemos que los platos hondos son equivalentes a una especie de consuelo. La propuesta de este local es irse más hacia Tailandia y alejarse un poco de Japón, a diferencia del Mog, por ejemplo, y precisamente porque en Tailandia aman las sopas y los platos calientes, creemos que es un acierto.
La barra abierta de cocina tailandesa hipnotiza con el movimiento de los cocineros, las flamas y los olores a especias que surgen de allí. Del otro lado está la estación japonesa de la cual van saliendo, a una velocidad impresionante, onigiris, temakis y rollos multicolores.
Tani Kosuke (mente maestra detrás de estos restaurantes orientales) nos invitó a comer al Suuway y nos sirvió sus platillos favoritos, que acompañamos con unas sodas de la casa de frutos rojos y maracuyá, entonando desde un principio un ambiente tropical.
Entrada: arroz frito con verduras, cerdo, pasas y curri amarillo servido sobre media piña vacía. La presentación, los colores, la mezcla de lo dulce de las frutas y las especias del curri balancean increíblemente este plato.
Sopa: Tom Yam Goong con camarón, mejillones, verduras y hierbas aromáticas. Si se nos permite la extraña comparación, hay algo en esta sopa tan reconfortante que recuerda a la Navidad.
Plato fuerte: brochetas de cerdo acompañadas de una salsa agridulce con ajo, mucho ajo. Y al lado una ensalada Yam Talay de camarón, calamar, zanahoria, cilantro, chiles y jitomate con un aderezo de limón.
En Suuway hay muchos ramens, hay woks, dim sum, pho (¡!) y todo lo preciso para esta temporada de huracanes.
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