El Ex Teresa Arte Actual, ese lugar excepcionalmente suntuoso, presenta ahora Recomendaciones mínimas para caminar de espaldas: una serie de piezas de egresados de La Esmeralda. Allí, en la nave del convento, hay más de 100 obras que manifiestan las inquietudes estéticas de la generación 2013–2017. Destaca mucho la tendencia al performance –tan querido en el Ex Teresa–, al montaje, la escultura, el video, la pintura, el grabado y, desde, luego, la tecnología de luz. Pero destaca, sobretodo, lo tétrico de su imaginario.
Esta es la primera vez que una muestra de titulación de la Esmeralda se hace fuera del CNA, y ha tenido grandes resultados. El reto de los estudiantes fue no utilizar los muros del exconvento para no dañarlos y adaptarse a la escasa iluminación de las galerías. Todo parece estar absolutamente fuera de contexto y anacrónico, pero de alguna manera hace sentido. Incluso la inclinación –por hundimiento– del edificio hacia el noroeste de la brújula añade encanto a lo tétrico de la muestra. De esta extraña manera coexistirán por varias semanas las columnas del siglo XVII con proyecciones de palabras en las paredes o con un cubo gigante de espejos que genera ilusiones ópticas y juegos visuales.
Claudia Uranga colocó, por ejemplo, un refrigerador cerrado con cadena y candado, que por dentro almacena comida que evoca a “bodegones” o “naturalezas muertas”. Por dentro hay carnes y frutas con un aspecto tétrico, mórbido, que de acuerdo Claudia representan una crítica a las formas de poder y a la división entre clases sociales en México. “Son alimentos básicos del ser humano, pero que según los precios se vuelven accesibles o inaccesibles a la gente”.
Por su parte, Ofelia Rivera expone Dolor de muñeca: una muñeca está sentada frente a una televisión que transmite imágenes sobre el proceso de fabricación de estos juguetes. Aparece también un trabajador que crea, manipula y tortura a las muñecas. Esta pieza, comenta Ofelia, ahonda en la estética de lo siniestro y remite aspectos de su propia vida: ella creció en la fábrica de muñecas de su padre. “Tuve muchísimas pesadillas con las muñecas y por eso mucho de mi trabajo tiene que ver con ellas…pero de cierta manera, yo también soy esa muñeca”.
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