Si las colonias de Ciudad de México fueran una persona, la Condesa sería esa señora de rancio abolengo cuyo esplendor quedó atrás hace muchos años. Es la tía ricachona y alcahueta que siempre te invita chocolates viejos; ricos quizá, pero viejos al fin. Es esa señora que viven en tiempos pasados que ocasionalmente –también es justo decirlo– tiene destellos de genialidad y uno de ellos es eNHORAbUENa.

enhorabuena

¿Qué es eNHORAbUENa? Definirlo es complicado. Detrás de su concepto existen muchas variables e ideas bien logradas en su ejecución.
Por un lado eNHORAbUENa es un café; un local en la calle de Atlixco en el que se ofrecen brebajes preparados por baristas expertos –con granos de fincas independientes de Veracruz y distribuidas por la casa tostadora de café Impetus– en diversos métodos de infusión: desde la prensa francesa hasta la cafetera espresso y para acompañar está la repostería del lugar: clásica, sencilla e impecable.

Como opción más refrescante, también ofrecen tés e infusiones, así como shots de jugo concentrado y la especialidad, las sodas caseras elaboradas con jarabes y combinaciones de sabores creadas por ellos: apio y cardamomo, cúrcuma y jengibre o toronja y manzanilla.

enhorabuena

Sin embargo, enHorabUENa también es un restaurante. Los dueños, cansados de visitar cafés donde los bocadillos son poco menos que decepcionantes –sándwiches raquíticos o croissants preparados pobremente– decidieron incluir una carta robusta y bien delimitada creada en conjunto con la chef Jenny Gastelum, quien trabajó en Momofuku Noodle Bar –en Nueva York– bajo las órdenes del chef David Chang (a quien hemos visto en Mind of a Chef, una de las series que demuestran que no sólo de comida vive el foodie).

El resultado es un menú en el que figuran las opciones sanas preparadas con ingredientes frescos y de temporada como la sopa de fría de jitomate acompañada con crostini de ajo, aceite de oliva y albahaca –ideal para el verano que recién comienza– y el gazpacho de melón con trocitos de jamón serrano crujiente y pepino, que aportan un contraste a la dulzura y textura de la fruta.

enhorabuena

Para entrar de lleno a la comida están los tazones –una conveniente opción si tienes algo de prisa– en el que se concentran proteínas, verduras y carbohidratos para crear un plato práctico y sencillo. Existen varias opciones –todas elaboradas arroz integral y/o quinoa con verduras sazonadas y aderezos hechos en casa– pero el ganador es el de arroz integral con coco y servido con camote, brócoli, quelites y aderezo de miso que en conjunto resultan en un platillo fresco, de sabores ligeramente dulces, con marcada influencia del sudeste asiático, y textura cremosa.

Para quienes prefieran algo más consistente, el menú también incluye sándwiches y hamburguesas; igual de prácticos pero con ese gusto goloso del pan elaborado con masa madre –comprado a diario en la panadería La Bohême–. Entre los portentos, como el clásico sándwich de roast beef o la baguette de trucha marinada, está la hamburguesa de salmón ligeramente sellada con un poco de panko y servida con aguacate, cebolla morada en vinagre y germinado de alfalfa de sabores sutiles que inician en la boca con una crujiente mordida que abre paso a la acidez y frescura de los complementos para entrar de lleno a la suave textura del salmón.

enhorabuena

Igual de atractivo es la hamburguesa de lentejas con zanahoria servida con ensalada de col, aguacate y pepinillos aderezada con salsa BBQ y chipotle, que le otorgan un carácter ahumado y de ligera pungencia. No extrañarás la carne.

Si de plano no perdonas un buen trozo de carne en la comida, el pepito de cerdo deshebrado cuya carne previamente fue sellada, horneada y bañada con una mezcla de especias e ingredientes que en momentos te recuerda al ‘pulled pork‘ y en otros a la cochinita pibil, platillos tan diferentes como similares. ¿Lo mejor? La porción es tan generosa que con pedir una orden y dos sopas, dos personas comen sin problemas.

eNHORAbUENa también es una idea. Desde que fue concebido se pensó en un local en el que los ingredientes siempre fueran frescos y de calidad, lo mismo que si los dueños y la chef comerían en su casa. También se pensó en los vecinos quienes al principio no estaban de acuerdo en tener un restaurante en el edificio por lo que las adecuaciones al local se redujeron al mínimo indispensable –como la cocina completamente eléctrica– y algunos ya son clientes frecuentes.

enhorabuena

Finalmente, eNHORAbUENa también es un momento; ese pequeño resquicio de individualidad y tranquilidad que disfrutas con un buen playlist y alguno de los postres que ofrecen que incluyen –pero no se limitan– al tremendo pastel de chocolate sin harina que provoca el gozo extremo al sentir como se funde lentamente el chocolate en la boca y se regodea recorriendo la lengua y el paladar.

El posset de limón y cardamomo merece un párrafo aparte. Un cremoso postre imbuido con delicado sabor de limón y un aroma que palpita en tu boca aún horas después de comerlo. Justo como te sientes después del primer beso –el primero de todos– y que te deja confundido, emocionado y con ganas de más.

Sí, eNHORAbUENa es un café pero que los sentidos no te engañen, es muchísimo más que muy buena comida a excelentes precios –sin duda la relación calidad-precio es uno de sus puntos–, es una idea que debe perdurar y expandirse.

¿Será que la Condesa es el fénix que resurgirá de sus cenizas o miles de zanjas y obras mal hechas? No lo sabemos. Pero mientras existan destellos de genialidad como la propuesta de eNHORAbUENa bien vale la pena mantener encendida la brasa de la esperanza. Que así sea.