Una foto del Little Italy de Nueva York, de la década de los 20, está en el fondo del restaurante que tiene madera por todos lados: en los muebles, en los pisos y en el techo. La idea de Macelleria –italiano para carnicería– es retomar ese tiempo pasado: la comida casera (y abundante) de las abuelas italianas que emigraron a Norteamérica en plenos años de prohibición y en el auge de la cosa nostra. Macelleria abrió sus puertas en el 2012, en una antigua casa porfiriana de la Roma y, desde entonces, ha balanceado exitosamente precio, calidad y propuesta, algo difícil en la prolifera oferta de comida italiana de la Ciudad de México (y quizá del mundo) que suele estancarse en la medianía
“Una vez que pruebas la pasta fresca o casera, jamás quieres volver a comer la pasta deshidratada del súper”, comenta Mariangel Garibay, la joven chef de 24 años quien lleva dos años a la cabeza del restaurante. Con harina, huevo, a veces poquita agua y un rodillo se hace la pasta fresca y casera que distingue a Macelleria.
La cocina se clasifica en dos: la tradicional y el horno de piedra de estilo napolitano. En la primera elaboran las pastas estiradas a mano y rodillo, las ensaladas y los cortes de carne a la parrilla; todo de manera sencilla tal cual se serviría en una casa italiana. En el horno de piedra, visible al público, hacen las exquisitas pizzas o los sándwiches que son una fusión entre la cultura italiana y norteamericana, en el paso de migrantes italianos por Nueva York.
Local recomienda de entrada pedir las bolitas de risotto cremoso con camarón acompañadas de tres salsas. Otra opción es el frito mixto compuesto de calamares, zucchinis y rebozado servido con una rica salsa arrabiata. Después, para compartir, proponemos la ensalada de betabel, que se cuece al horno envuelto en papel aluminio y luego se mezcla con arúgula, queso de cabra, aguacate y aderezo Dijon.
Para plato fuerte, sugerimos estos 3 platillos:
1. La pasta hecha en casa con ragú de costillas mixtas braseadas en jitomate. Al momento de probar las costillas se deshacen suavemente en la boca, dándole un sabor único a la salsa de jitomate que fusiona lo más rico de la carne y lo fresco de la pasta.
.
2. Otra opción, bastante taquillera entre los comensales, es la pasta fungi. Se cuecen los champiñones por tres o cuatro horas hasta convertirse en miniaturas deshidratadas (requieren 6 kilos de champiñón para 800 gramos de microchampiñones) que luego se saltean con la pasta.
.
3. Por último, las pizzas a la leña resultan una verdadera delicia, en especial la pizza de diavola que tiene salamis picantes con forma del número 8. Para el postre sugerimos el tutto chocolate, que es una especie de brownie que tiene trozos de nuez y no tiene harina.
.
*Para el postre sugerimos el tutto chocolate: una especie de brownie con trozos de nuez y sin harina.
El lugar sí logra remitir a la época de la mafia italiana (o lo que conocemos de ella por películas y fotos). Un cuadro en una pared lee: “grandma is the boss”.
Una de las mejores propuestas de Macelleria, y que pocos saben aún, es su pasta victims: todos los viernes te sirven 3 bowls de pasta y uno de ensalada por $150 pesos. Te puedes servir cuantas veces quieras.
También, para todos los que trabajan en o cerca de la Roma, está el menú del giorno, que ofrece 4 tiempos de alimentos frescos y de temporada, algunos locales, por también $150 pesos.
Macelleria es una excelente opción para disfrutar de el confort emocional y físico que sólo los carbohidratos frescos pueden generar. Además, el servicio es casual y amigable y los precios permiten que uno lo visite sin mucho remordimiento.
.
Pasta Victims
Viernes de 13 a 17:00 | 150 pesos por persona
Menú del día
4 tiempos | 150.00 pesos por persona
.
[snippet id=”13569″]