La lindísima calle de Alfonso Reyes es ideal para nuevos comienzos: si tienes ganas de correr o caminar más allá de lo habitual, hacerlo en su gigante camellón es alucinante. Los departamentos modernos, que no son tan altos ni tan extravagantes aunque sí lujosos, los árboles que permanecen a pesar de las nuevas construcciones y el silencio reinante de cada mañana, hacen que esta zona sea ideal para los comienzos. No sé si sabiendo esto, pero dando en el tino, Another abrió justo en la esquina con Saltillo. 

En Another la consigna es sencilla: queremos que estés aquí todo el día, todos los días. Dado que abren desde las 8 de la mañana, cualquiera puede pasar a desayunar y por una taza de café, su especialidad. De hecho, tienen varios métodos de extracción y varios granos que traen no solo desde otras regiones de México, sino de otros países. El menú conserva una parte especialmente para sus granos y las formas en que lo pueden preparar, pero si te abrumas, cualquiera de sus meseros te podrá recomendar algo según lo que estés buscando. 

Ahora bien, el lugar tiene acabados de lujo. Las franjas de acero que decoran la pared y el techo son súper llamativas, las paredes de concreto, las mesas de madera en tono ocre no hacen más que invitar a que la gente se siente a platicar de sus verdaderos problemas. Por ejemplo, aunque yo llegué a media mañana —ya eran como las 11:20—, había bastante gente… y seguía llegando. A mi lado una pareja de amigos discutía las ventajas y desventajas de la paternidad; de esas relaciones que, aunque destinadas al fracaso, están llenas de amor y cariño. Pedí un sándwich de jamón y un refrescante de pepino, trabajé un rato en la computadora. Luego, otra mesa se ocupó a mi lado: un par de jóvenes hablando sobre sus planes para la universidad, quedarse aquí o irse a Madrid. 

Mi refrescante llegó primero y luego vino el sándwich. Aunque los precios son elevados, Condesa friendly, lo cierto es que las porciones son generosas. El sándwich fácilmente se puede compartir entre dos (sin embargo, yo no lo hice porque a veces me gusta seguir la máxima de Joey Tribbiany). Mientras observaba sorprendida la ensalada, los pickles y la mostaza Dijon que acompañan al emparedado, escuché cómo una de las jóvenes le preguntaba al mesero qué estaba más rico, si los huevos o los chilaquiles, y él —tiernísimo y pensativo— le recomendó sin más los huevos. Hay algo de especial en un lugar que te hace sentir como que puedes dudar las veces que quieras o que no tengas la necesidad de ver el menú, sino confiar ciegamente. 

Quizá Another otorga cierto escepticismo por estar en inglés y dibujar en la mente otra Condesa posible, pero muy pronto se volverá un imprescindible de Alfonso Reyes (la calle, no el ensayista, aunque de estar vivo… quién sabe), como Ciena o Botánico. Aunque su especialidad, su marca, su huella es el café; venden vinos todo el día y brunchtails con la justa dosis de piquete para iniciar, no sé, un lunes tal vez.

@anothercondesa

Todos los días | de 8 am a 10:30 pm