Desde Xalapa, Veracruz, Agüita Fría llega a la colonia Juárez de la CDMX con una propuesta campestre, fresca y auténtica que nos invita a escapar del caos sin salir de la ciudad.

Caminar por la calle de Londres, a una cuadra de Reforma 222, y toparse con esta casa del siglo XIX de ladrillos rojos y herrería original es como abrir un portal a un cuento de época. Al subir la escalera principal, la magia comienza: te recibe el chef Alejandro López o Rodrigo Cervantes con la calidez de cuando llegas a casa.

Los  espacios son amplios con detalles acogedores: muebles de madera, plantas que dan frescura, cuadros de truchas estilo japonés y una atmósfera campestre que se complementa con música tradicional que va desde las cumbias del sureste hasta la jarana. Si buscas aire fresco, la terraza en el patio trasero con pocas mesas es una buena opción.

Agüita Fría abrió sus puertas en la CDMX hace tres semanas, pero lleva seis años de historia en Xalapa. Ubicados cerca de una zona truchera, la trucha y el conejo se convirtieron en los protagonistas de su menú. El éxito en Veracruz los impulsó a traer su propuesta a la CDMX, donde la recepción ha sido increíble. Su menú campestre, con platillos que normalmente uno encuentra en lugares como La Marquesa o Amecameca, ahora están en el corazón de la Juárez.

El menú: Con 11 entradas, seis platos fuertes y una carta de coctelería que promete, Agüita Fría nos conquistó rápido. Cada platillo es una vuelta al campo. Los estelares son obviamente los tacos de trucha, de conejo, e incluso de plátano con mole, pensado para vegetarianxs. 

Lo mejor es pedir varias entradas al centro para compartir  y después los platos fuertes; así podrás probar un poco de todo en una sola visita.

Le pedimos al chef Alejandro su recomendación para vivir la experiencia Agüita Fría, y este fue el menú:

Entradas al centro:

Esquite de la casa con trucha y tocino, acompañado de pan de masa madre.

Truchas fritas con mayonesa de habanero que te transporta directo a una pradera.

Coliflor asada en mole almendrado. La estrella de las entradas por su contraste entre lo salado de la coliflor y lo dulce del mole (mi favorita).

Platos fuertes:

Trucha a las brasas zarandeada, acompañada de dips de chile seco y habanero, un platillo ligero pero satisfactorio.

Taco de carnitas de conejo con tortilla azul, cero grasoso.

Postres:

Pan de elote, una rebanada generosa, crujiente por fuera y suave por dentro, como salida de un cuento, y plátanos asados acompañados con crema, un clásico campestre que despierta recuerdos de la infancia.

Bebidas:

Agua del día de limón con aguacate y soda de toronja.

Si lo que buscas es salir de los restaurantes pretenciosos con menús larguísimos, Agüita Fría es el lugar indicado. Su cocina refleja sus raíces campestres, con platillos sanos, ligeros y llenos de ese amor por el campo que tanto falta en la ciudad.

Londres 54, Juárez.
Martes  a sábado | 1:30  pm – 12 am
Domingo | 11 am – 6 pm