Como en la parábola del hijo pródigo, el nuevo Maizajo regresó a instalarse en la Condesa luego de seis años en Azcapotzalco. Cuando lo anunciaron en Instagram, varios comentarios brincaron a la vista: “están perdiendo su esencia”, “qué mal que abonen a la gentrificación”, “van a encarecer todo”. Ya hemos hablado de esta tortillería en otra ocasión, pero no quisimos dejar pasar la oportunidad de platicar con Santiago Muñoz, su fundador y chef, a propósito de esta nueva locación.
df
df
Un poco de historia
Maizajo abrió por primera vez en 2016 como un espacio dedicado a la producción, comercialización e investigación de maíz criollo en la CDMX. A pesar de que su primera ubicación fue en la colonia Roma, pronto tuvo que reubicarse en Azcapotzalco debido a los altos costos de la renta que, para un local aún pequeñito, eran muy difíciles de costear. Después, cuando se asentaron en Azcapotzalco, se dieron cuenta que no solo era complicada la distribución de maíz y tortillas a otros lugares, sino también garantizar la seguridad y comodidad del propio local. “El último día que estuvimos ahí nos robaron, se metieron y se llevaron cosas”, me confesó el chef. “Yo creo que esto del barrio está muy romantizado, pero hay cosas que definitivamente no están chidas. Los últimos dos años que estuvimos ahí, nos quedábamos sin agua por días”.
df
df
Hoy el local es más céntrico para muchos y su ambiente es vibrante. La esencia, dice el chef, sigue siendo la misma y nada se ha perdido. Al contrario, esta es una nueva oportunidad de acercarse más al público que siempre se ha interesado por el trabajo del equipo de Santiago Muñoz. Ahora ubicado en la calle Fernando Montes de Oca, el nuevo Maizajo es un enclave en colores terracota y azulejos rosaditos. En la parte de abajo, a ras de calle, se encuentra la cocina abierta. Ahí se puede ver todo el proceso de nixtamalización y de preparación del maíz.
df
df
De local pequeñito a fine-dining
La verdadera sorpresa de Maizajo es el restaurante, que está en la parte de arriba. Consiste en varias mesas de madera y un bar al fondo, orientado a dejar que la gente platique y la pase bien. El menú es distinto al de la barra de tacos y, como líneas paralelas, no se cruzan jamás. Hay preparaciones como tostadas de atún (¡que no se rompen nunca!), tacos de barbacoa de pato, tamal de boda, memela o panucho de maíz azul. También hay platos para compartir como un pulpo ahumado sobre una cama de puré y papas fritas de masa azul. Los postres —como el pastel de tres leches con helado de pinole— merecen su propia mención aparte: espectaculares.
df
df
Pero eso no es todo: cuentan con una barra taquera para comer de pie donde puedes pedir taco de milanesa de pollo o de costilla y rib eye —como los que Santiago comía en el mercado de su infancia, con papitas a la francesa. También hay preparaciones clásicas del restaurante como las flautas de cordero con salsa de chile morita; o bien, el taco del perso, que es el taco del día ideado por un miembro del personal.
df
df
Quien ha comido ahí sabe que la recomendación de la Guía Michelin no es ninguna coincidencia, el mismo chef lo confiesa: “No creas que la esperaba [con Maizajo] recién abierto. Es un sueño”. Cada vez más comensales se acercan a preguntar sobre el origen de los ingredientes de sus platillos o a comprar los productos de su tiendita, como masa, salsitas, tostadas, totopos o tamales, sin conservadores, colorantes ni aditivos. Y ya sea que hayas conocido su locación anterior, como un verdadero fan, o que apenas te vayas enterando de todo lo que Santiago Muñoz trae entre manos para sus nuevas creaciones, lo cierto es que este nuevo Maizajo merece toda nuestra atención.
Fernando Montes de Oca 113, Condesa
MOLINO:
Lunes a sábado | 8 am – 5 pm
BARRA Y RESTAURANTE:
Martes a sábado | 1 – 11 pm
Domingos | 1 – 6 pm