El baile sonidero llegó a México en 1941, tan sólo un par de años antes de que naciera don Manuel Perea León, dueño del Sonido Fascinación y la tienda de discos Colombia Chiquita en Peñón de los Baños. Manuelito, como le dicen sus amigos, se jacta de ser el bisabuelo del baile sonidero ─su sonido es el más antiguo de la ciudad─ y la tienda es un homenaje a su experiencia.
Don Manuelito, sonidero desde la cuna
Desde pequeño, Manuelito cambió los juguetes tradicionales por una tornamesa y un amplificador. Se pasaba horas escuchando discos de acetato que compraba en La Merced y La Lagunilla. Allí encontraba buenos discos de porro, cumbia y merecumbé, los primeros ritmos colombianos que llegaron a nuestro país.
La historia de Discos Colombia Chiquita va de la mano con la del Sonido Fascinación. Don Manuel se presentó en su primer evento sonidero en septiembre de 1962, y desde entonces las invitaciones para que Fascinación tocara en fiestas y tardeadas no dejaron de llegar. A todo mundo le gustaba la selección musical que Manuel ponía en sus presentaciones. Tanto así, que nunca faltaban las personas que se acercaban a él para pedirle que les vendiera alguno de sus discos.
Manuel sabía exactamente dónde y con quién conseguir buenos discos nacionales y de importación, así que por insistencia de su esposa e hija decidió abrir la tienda en noviembre de 1962, justo dos meses después de la primera presentación de Sonido Fascinación.
El mejor lugar para comprar LP latinoamericanos (y raros)
Lo que hace especial a la Colombia Chiquita es que la mayoría de su inventario viene desde Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Cuba. Si uno le pregunta a Don Manuel por sus viajes hacia el sur, puede notar que justo antes de iniciar su anécdota se le ilumina la cara. Presume que conoce Colombia mejor que México. Ha visto de todo, desde el Carnaval de Barranquilla hasta las discotecas más famosas en Cali y Medellín. Según cuenta, todo allá tiene una música muy especial.
Mientras uno revisa el extenso inventario de la Colombia Chiquita, Don Manuel selecciona algunos discos que le podrían interesar y los pone en su tornamesa Garrard RC-88, un modelo codiciado por coleccionistas y sonideros que todavía tocan sus vinilos en vivo. Además de la suya, Manuelito también tiene a la venta algunas Garrard personalizadas. En un aparador tiene tornamesas rotuladas con motivos tropicales, pero lo que las hace realmente especiales es el circuito de volumen y pitch exclusivo de la Colombia Chiquita. Para quienes están interesados en tocar cumbias rebajadas, las Garrard RC-88 de la Colombia Chiquita son perfectas para ello, pues su sistema de pitch baja la velocidad de los motores y hace que la música vaya más lento.
Con sus más de 50 años de historia, a la Colombia Chiquita han llegado discos demasiado raros. El más caro que han tenido es La cumbiamba de Seco López, que cuesta 10 mil pesos. Pero los hay desde 50 pesos y todos son una verdadera joya tropical. Así que si alguien está cerca del Peñón de los Baños, debe darse una vuelta por esta tienda y darse un tiempo para platicar con Don Manuel que, debido a que es toda una institución en el tema, ha sabido conservar su leyenda intacta.
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