FOTOS: cuando los cines de la ciudad todavía parecían palacios
Esta galería reúne algunos de los cines más memorables de una ciudad que construía salas en edificios magníficos, parecidos a palacios.
Antes cada barrio tenía su cine: temático, sencillo, vanguardista o magnífico. Algunos sobreviven en condición de cascarones, pero la mayoría desapareció en el estirón constante de nuestra vida urbana. A la Ciudad de México llegó la primera función de cine en 1896 en el Castillo de Chapultepec. Con el tiempo y de a poco, el cine dejó de ser novedoso y escaló posiciones hasta llegar a la más alta, la de realidad cotidiana. En la colonia Obrera estaba el Estrella, el Cine Ford en la Doctores, y en la Juárez el Bucareli. Hubo cines de todo y para todos. El Ópera abrió las puertas el 11 de marzo de 1949, con sus espejos hasta el cielo y muebles exquisitos. Nada de extraño tenía el gesto de construir un cine fastuoso, más parecido a un palacio.
Estaban El Encanto, proeza del art decó que cobraba la entrada a tres pesos, con una fachada altísima, imposible; el Palacio Chino, decorado como salón místico de Oriente; el Alameda, pequeña réplica de algún pueblo que muchos comparaban con Taxco. Tenía recovecos de talavera y un techo azul en el que de día proyectaban nubes y por la noche estrellas. En el cine Chapultepec Alfonso Mejía y Roberto Cobo hicieron el casting para Los Olvidados, porque Luis Buñuel tenía justo arriba sus oficinas.
El Encanto cayó con el mismo temblor extraño que tiró al Ángel de la Independencia. El Allende pasó al centro de la Delegación Miguel Hidalgo y el Centenario ahora es un Sanborns. Esas salas magníficas en edificios cuidadosos y especiales ya no existen. Aunque todavía hay muchos cines, ya son otros. Unos que ya no parecen palacios.
Los cines
El cine Palacio Chino poco después de su inauguración en 1940. Foto: Archivo General de la Nación (AGN).
El cine Victoria, ubicado en Jesús Carranza 29, en el barrio de Tepito, anuncia la cinta La mujer sin alma, de 1944. Esta sala más tarde fue rebautizada como Javier Solís, y hoy ya no existe. Imagen: Juan Guzmán, Fotográfica.Mx.
El cine Lindavista, anuncia la cinta Los que supieron morir, de 1943. Esta sala fue diseñada por el arquitecto Charles Lee. Foto: La república de los cines.
El interior del cine Florida, al norte del Centro Histórico, poco después de su apertura en 1952. Esta sala fue la más grande de la ciudad, con 7,500 butacas; luego de un incendio en la década de los ochenta, fue demolida. Foto: Libro La república de los cines.
La fila para ver la cinta Lo negro del Negro en el cine Olimpia a mediados de 1985. Esta sala se encontraba en la calle de 16 de Septiembre, y abrió sus puertas en 1921; actualmente se conserva la fachada, y el interior es una plaza comercial. Foto: Archivo El Universal.
El cine Ciudadela anuncia el estreno de la cinta La aventura del Poseidón, de 1972. Esta sala se encuentra en la avenida Balderas, casi esquina con Ernesto Pugibet; hoy está abandonada. Foto: Archivo El Universal.
El interior del cine Encanto en la colonia San Rafael, poco después de su apertura en 1937. Este edificio de estilo Art Déco fue diseñado por Francisco Serrano y desapareció luego del sismo de 1957. Foto del libro La república de los cines.
El cine Centenario, frente al Jardín Centenario de Coyoacán, alrededor de 1930. La fachada de esta sala aparece en La ilusión viaja en tranvía, de Luis Buñuel; décadas después fue reemplazada por un restaurante Sanborns. Foto: INAH.
El cine Bucareli, frente al cruce de Bucareli y Ayuntamiento, anuncia la cinta Atlántida, de 1961. Esta sala fue inaugurada en 1941, y luego de formar parte de la cadena Cinépolis, cerró sus puertas. Foto: Archivo El Universal.
Una imagen de Juan Guzmán a finales de 1944. La marquesina del cine Alameda anuncia el estreno mundial de la cinta Los tres caballeros.
El cine Acapulco, ubicado en la esquina de José Joaquín Herrera y Leona Vicario, al norte del Centro Histórico, en la década de los setenta. Foto: INAH.
El cine Aurora de la Ciudad Nezahualcóyotl anuncia la película La furia del karate en la década de los setenta. Foto: Archivo El Universal.
Atlas: La fila para entrar al cine Atlas a mediados de los años sesenta. Foto: Archivo General de la Nación
El interior del Cine Ermita. Esta sala, obra del arquitecto Juan Sordo Madaleno, fue una de las más populares de Tacubaya. Foto: Guillermo Zamora, Sordo Madaleno Arquitectos