Florula, un estudio de diseño victoriano (por su edificio, el bordado y el diálogo epistolar)
En uno de los edificios habitacionales más emblemáticos de la Condesa se encuentra un estudio de diseño gráfico fuera de común: Florula. El edificio del que hablamos es nada menos que el conocido en plural como Edificios Condesa, esa hermosa construcción de estilo europeo con bay windows victorianas sobre Mazatlán que lo construyó Thomas Gore en 1911, el mismo arquitecto del Hotel Geneve.
Florula se especializa en herramientas que nos llevan a los orígenes del arte decorativo, más allá de lo digital y lo impreso. Hablamos de la aguja y del hilo de bordar. Elidé Rangel, comunicadora visual y diseñadora gráfica, empezó con este proyecto en 2012 por curiosidad. Eran los tiempos en que los tutoriales y blogs de manualidades y DIYs florecían fuera de México, y ella quiso hacerlo aquí. Elidé quiso aplicar sus conocimientos de la carrera a materiales experimentales y comenzó haciendo muñecos de tela, luego se pasó al bordado y poco a poco se especializó en ilustración textil. Ahora su estudio tiene tres vertientes:
1. Diseño de patrones y superficies
Florula toma trabajos por encargo y hace cosas tan variadas como una intervención de logotipo con hilo para una agencia de publicidad o hasta el diseño personalizado, bordado claro, del souvenir o el ajuar competo para un babyshower. También les puedes encargar colecciones personales, estampados para decorar la casa, empaques y papelería.
2. Talleres de experimentación con la imagen
Cada semana puedes tomar talleres en Florula y probar técnicas de collage, transferencia en diferentes soportes, bordado sobre papel y estampación manual. Uno de los talleres con más demanda se especializa en lettering con bordado, donde aprendes el hermoso pasatiempo de escribir con ornamentos palabras bonitas (o graciosas, o nombres propios o malas palabras) con diferentes tipografías. Este taller lo dan Elidé y el letrista Marco López.
3. Kits de bordado por suscripción
El viejo placer de recibir una carta y encima con cosas que salen de adentro. Piñitas, patitos y florcitas son algunas de las figuras bordadas que puedes aprender a hacer con estos kits. Todos los meses Florula envía por correo un sobre a quienes se hayan suscripto a este servicio por $290. El kit trae aguja, hilos de bordar, tela cuadrillé y una carta con instrucciones para aprender a bordar con puntos contados, unos puntos bastante simples que no requieren necesariamente uso de bastidor. Adicional viene la liga a un tutorial para más ayuda en caso de necesitarla. Hacerse un ratito al mes para crear algo con nuestras propias manos es un lujo accesible que vale la pena recuperar.
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