Desde hace cinco años existe en el corazón de la colonia Roma un pequeño restaurante que se auto denomina como el primero en ofrecer fish tacos de verdad. Los dueños de Chico Julio son dos actores de Guadalajara que se han encargado de todo; desde la decoración, el diseño del menú, seleccionar la música, cobrar, ser meseros o cocineros. Según los usuarios de foursquare, además de la comida, el ambiente es lo que los hace volver y pasar la tarde ahí “de preferencia en fin de semana”.
Todo comenzó así: los dueños empezaron a buscar un local para hacer una crepería, pues uno de ellos era francés. Al encontrar el lugar éste se salió del proyecto y como los tapatíos no sabían de crepas decidieron cambiar el concepto a lo que les era algo más familiar: los tacos de pescado.
Al principio solo había tres variedades: capeado de camarón, capeado de pescado y taco gobernador (camarón, eneldo, jitomate, pimiento, queso y soya, se hace a la plancha en tortilla de harina).
Pero poco a poco crecieron y con esto contrataron a más personas, incluyendo un cocinero (nunca ha sido un chef profesional) y se mudaron a un local más grande, donde están ahora: Jalapa 126, en la Roma. Ahora su menú es mucho más completo, al estilo de las diferentes costas mexicanas: tienen hamburguesas de camarón, salmón, atún, ceviches, aguachiles, tostadas, cocteles, filetes de pescados diferentes, papas fritas y barra de ensaladas… En el Chico Julio nada más se toma: cerveza, mezcal, sodas y agua del día.
Lo hacen muy bien y esto se refleja en que su fama ha sido de voz en voz. Ellos dicen ser los pioneros de los fish tacos en la Ciudad; cosa rara, pues ahora en cada calle hay algún local chico, mediano o grande con este tipo de comida. Los precios son buenísimos comparados con la cantidad y la calidad de los productos, pues la idea del Chico Julio es tener un lugar accesible. Con 120 pesos uno puede comer dos tacos (muy bien servidos), una cerveza fría o un refresco y quedar satisfecho. Todo lo compran en Iztapalapa, en la Nueva Viga, el mercado más grande de mariscos de México, en donde prácticamente todo viene del pacífico.
El lugar está decorado con antigüedades y afiches marítimos: escafandras, barcos y sogas, para asimilar algún bar porteño. Ahí está el puro goce costeño: en su impecable playlist suena cumbia, chicha, jazz y mucha música vieja y tradicional en español. Aquí dejamos un poco:
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