Hay un puesto en el tianguis del parque López Velarde en la colonia Roma donde venden los mejores jabones artesanales a precio de mayoreo. Son elaborados a mano, a base de aceites vegetales y extractos de plantas, flores y frutas. Huelen y se sienten tan rico en el cuerpo y a veces da ganas de comértelos.
Angie Muñoz, la encargada, nos cuenta que lleva 9 años fabricándolos y que, a diferencia de otros artesanos, sólo usa aceites vegetales (y no cebo animal o glicerina) en su elaboración: de coco, aguacate, pepita de uva, oliva extra virgen y vitamina E. Por eso sus jabones no se pueden deshacer; no se pueden fundir. Sus “jabones son veganos, éticos y empáticos con la vida de los animales”. Además, los aceites los complementa con un extracto vegetal que puede ser de romero, de menta, de vainilla, entre otros. Al final también les pone pedacitos de plantas como pétalos de lavanda u hojas de limón.
En una mesa larga tiene expuestos estéticamente sus jabones. Hay de todos colores, desde verde esmeralda hasta negros. Angie afirma que los colorantes que utiliza también son naturales: “el jabón de lavanda se pinta de morado por la flor, el de carbón activado es negro por el color del carbón, el de caléndula-mandarina solito agarra su tonalidad medio naranjita con el extracto de la mandarina, y el de miel adquiere su color dependiendo del tono de la miel que use”. Hay unos jabones que tienen colorantes minerales como el de sandía y el de vino tinto.
Lo más importante es que los jabones de Angie funcionan como aromaterapia y tienen beneficios para la piel, el cuerpo en general y el estado de ánimo. La etiqueta de cada jabón especifica claramente la propiedad benéfica que tiene cada ingrediente y aroma para tu cuerpo:
- el de avena vainilla es exfoliante y suave para el tratamiento del acné
- el de hoja de limón ayuda a la circulación y es un relajante
- el de lavanda-menta si lo usas en la mañana es un vigorizante (por la menta) y en la noche es un tranquilizante (por la lavanda)
- el de café ayuda a combatir la celulitis y neutraliza los malos olores
- el de caléndula-mandarina y el de leche de almendra sirven para las personas que sufren dermatitis
- el de kiwi es astringente y contribuye al equilibrio de la piel, eliminando el exceso de grasa
- el de carbón activado depura las células muertas y ayuda con los poros obstruidos
- el de vino tinto relaja con su aroma
- el transparente con henequén sirve para la exfoliación del cuerpo
Y es que los jabones de Angie son terapéuticos y no irritan la piel, a diferencia de los jabones comerciales con ingredientes químicos. Ella afirma que: “cualquier persona puede usar mis jabones y no le van a caer mal porque son naturales, están hechos a base de puros aceite emolientes, extra virgen, 100 por ciento puros, que no le van irritar la piel”.
Los precios de Angie son módicos, comparándolos con los precios ridículos de muchas tiendas orgánicas y naturistas. En realidad, sus precios son de mayoreo: la barra de jabón grande de 100 gramos te sale en 35 pesos, la mediana de 50 gramos en 20 pesos y el jabón hotelero de 25 gramos en 10 pesos. También elabora shampoo sólido en barra para el cabello. Tiene de leche de almendra que ayuda a nutrir el cabello, de lavanda que contribuye a eliminar la caspa, de coco que estimula el crecimiento de cabello y de romero que estimula el crecimiento del cabello y sirve para el exceso de grasa. Un plus de usar champú en barra es que no viene embotellado en contendores de plástico que sólo generan basura.
Además de los jabones, tiene otros productos como sales aromáticas y bombas efervescentes para la tina de baño, exfoliantes corporales, cremas corporales humectantes, aceites para masaje, aguas de tocador, aceititos para difusores de aromaterapia y estropajos (zacates) naturales de henequén.
Para poder encontrar el puesto de Angie Muñoz tienes que hacer un esfuerzo. Los viernes, sábados y domingos se pone en el Tianguis del Parque López Velarde en la banqueta de Avenida Cuauhtémoc, justo enfrente del Centro Médico Siglo XXI, entre las estaciones del metro Hospital General y Centro Médico. Su puesto está exactamente en medio del mercado, debajo de la gran lona, cerca del busto y de las marquesitas. De lunes a jueves también puedes encontrarla en Avenida Cuauhtémoc casi esquina con Luis Pasteur (la calle del metro Hospital General).
En este momento de la historia del mundo, tiene sentido dejar de usar productos químicos y comerciales, y optar por los productos artesanales y naturales.