Cada que un país alberga los Juegos Olímpicos brotan por aquí y por allá estadios y edificios; para los deportistas, para el público, para los turistas. La Ciudad de México tuvo sus respectivos brotes de estructuras y cimientos por todo el terreno capitalino en los juegos del 68: el Estadio Azteca, la Ruta de la Amistad o la Villa Olímpica, el enorme complejo al sur de la ciudad construido para alojar a los atletas de las olimpiadas. 80 edificios de 10 pisos cada uno y diversas instalaciones, entre ellas el Cine Villa Olímpica.
La zona para el esparcimiento de los habitantes de la Villa Olímpica era el Club Internacional, con el auditorio principal que tenía el cine. Este memorable espacio permaneció muchos años abandonado y utilizado desde como auditorio ocasional hasta lugar de encuentro de los creyentes de la Iglesia del Tercer Día, que se reunían ahí los sábados y domingos.
El lugar fue rescatado por la delegación de Tlalpan en el 2016 –cuando Claudia Sheinbaum asumió el cargo– para convertirse de nuevo en una sala de cine. Funcionaban sin presupuesto fijo y con equipo prestado: 463 butacas, una cartelera de cine mexicano y entrada gratuita. Lo anterior permanece intocable, todas las actividades del Cine Villa Olímpica son gratuitas, además puedes llevar tu propia botana, siempre y cuando te encargues de dejar limpio tu espacio al finalizar la función.
Muchas de las salas rescatadas de Cine Villa Olímpica surgieron de la iniciativa privada, pero lo más vital de este espacio es que se alimenta de la gente que vive en la zona habitacional o cerca, y disfruta ir al cine. La cartelera siempre tiene una buena oferta de cine mexicano o internacional, tanto de clásicos imperdibles como películas de ciclos especiales.
Puedes consultar su cartelera completa en su página web o seguirlos en sus redes sociales, para estar al tanto de todas las actividades.