Hacer un huerto urbano o bien sembrar vegetales es la mejor forma de vivir en armonía con la naturaleza en medio de la ciudad. Cualquier época del año es buena para sembrar, pero la primavera es la estación que los agricultores eligen para comenzar sus cultivos anuales. La razón es simple: los rayos del sol son perfectos para que las plantas alcancen su altura ideal y a la vez no calientan demasiado la tierra. Las raíces necesitan que la tierra sea un poco fría y húmeda, exactamente el estado que alcanza durante este estación.
La Dirección de Educación Ambiental de la Ciudad de México tiene una guía de huertos urbanos que uno puede consultar para saber cuáles son las plantas que se adaptan mejor a cada temporada. Acá dejamos las especies que se pueden sembrar en primavera:
Calabaza redonda – Marzo a junio
Hay que sembrar las semillas de calabaza en los primeros días de primavera, así hay tiempo de que la planta aproveche mejor el clima y dé frutos más grandes. Las semillas deben plantarse a 2 centímetros de profundidad, dejando un espacio de entre 30 a 40 centímetros, pues son enredaderas. Para tener calabazas hay que esperar entre 90 y 120 días antes de cosechar.
Calabaza – Marzo a mayo
Al igual que las calabazas redondas, hay que sembrarlas lo antes posible para que la planta y los frutos den lo mejor de sí. Este tipo de calabaza tarda un poco más en crecer, alrededor de 120 a 150 días. Para plantarlas es necesario dejar un espacio de un metro entre cada semilla, pues ésta es una enredadera un poco más grande. Las semillas van a la misma profundidad que las calabazas redondas.
Cebolla – Abril a junio
Las cebollas crecen bajo la tierra, así que para sembrarla hay que buscar un lugar con tierra suave y profunda. Las semillas se siembran a 3 centímetros de profundidad y con una distancia mínima de 10 centímetros entre cada una. Para cosecharlas hay que esperar 130 días más o menos.
Chícharo – Abril a junio
Para asegurar que las plantas de chícharos crezcan hay que hidratarlas en agua por un par de días. Puede que algunas germinen dentro del agua, así que hay que estar bien atentos para ponerlas en la tierra procurando que el brote quede hacia abajo, pues esa es la punta de su raíz. Se siembran a 2 centímetros de profundidad y con un espacio de 20 centímetros entre cada una. Cuando las plantas alcancen unos 10 centímetros, hay que poner un palito a un lado para entrenarlas, pues sus tallos son frágiles y deben siempre crecer hacia arriba. Se cosechan entre 60 y 90 días de haber germinado.
Ejotes – Mayo a agosto
Con los ejotes hay que seguir casi las mismas precauciones que con los chícharos. Como los ejotes también crecen en forma de enredadera, hay que poner unos palitos para corregir su postura y asegurar que la planta no se va a pudrir. Los ejotes se plantan a 2 centímetros con un espacio de 20 centímetros entre cada una. Para tener una buena cosecha de ejotes, hay que esperar al menos 90 días, aunque el tiempo ideal es de 120 días.
Maíz dulce – Abril a septiembre
La planta de maíz es un poco frágil, así que hay que esperar las primeras lluvias de primavera para poder sembrarlo. El agua afloja la tierra y la deja fresca para que la semilla pueda germinar. Para que el maíz tenga buenos frutos hay que dejar un espacio mínimo de cuarenta centímetros y a una profundidad de 3 centímetros, así las raíces se pueden expandir libremente. Los elotes aparecen de 120 a 150 días, aunque para tener mazorcas uno puede esperar hasta noviembre.
Papa – Marzo a junio
Las papas también crecen bajo la tierra, por ello hay que sembrar las semillas a una profundidad de 10 centímetros y separarlas entre 40 y 60 centímetros. Con el clima correcto, uno puede sacar papas a partir de los 60 días, aunque para que alcancen un buen tamaño hay que esperar unos 100 días antes de sacarlas de la tierra. Sólo hay que recordar dónde están sembradas, pues se pueden perder con facilidad.
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