Azcapotzalco es uno de los territorios más viejos de la cuenca de México. Fue un señorío poderoso hasta que fue derrotado. Todos conocemos, a grandes rasgos, que le llegó su fin cuando la triple alianza –ahora Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba– sometió a este prometedor altépetl (ciudad-estado), casi 100 años antes de que tocaran los españoles tierras mexicas.
En pleno 2018, más de 500 años después de este evento, en este mismo territorio los capitalinos podemos acercarnos al juego de pelota: el deporte mesoamericano por excelencia desde alrededor de 1400 a.C. En aquel entonces, los pueblos lo practicaban con un tono ritual, tanto en celebraciones como en la vida diaria. Simbolizaba que Huitzilopochtli vencía a su hermana la luna para dar lugar al amanecer. Ahora, el juego de pelota forma parte de las actividades del Faro Poniente Xochikalli. La noticia llega entre la locura mundial del juego de pelota más popular de nuestros tiempos.
Este deporte era de vida o muerte. Terminaba con sacrificio –aunque aún no se sabe con certeza si los que ganaban o los que perdían eran los sacrificados. Implicaba mucho esfuerzo físico: la pelota estaba hecha de caucho y pesaba hasta 4 kg.
Lo que fue un terreno baldío y tiradero de cascajo frente al metro Rosario, ahora es El Faro Poniente Xochikalli. Este centro cultural ofrecerá también baños de temazcal y talleres de artes marciales, danza, huerto urbano, medicina tradicional y otras actividades. Cualquier interesado en practicar este deporte puede acercarse al Faro, sólo es necesario tener la condición y fuerza para golpear la pelota con las caderas, codos y rodillas del lado derecho del cuerpo.
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