A principios de 2011, se emprendió con éxito la restauración y remodelación de este representativo edificio a cargo de los arquitectos Alejandro Sánchez y Bernardo Gómez-Pimienta, hasta convertirlo en el sorprendente espacio público que es hoy. Con lo último en tecnología para su conservación, (temperatura y luz regulada, por ejemplo) todos los acervos han sido digitalizados y se pueden consultar por medio de tabletas electrónicas disponibles para el uso de los lectores. Los visitantes no dejan de asombrarse por el diseño de cada una de estas bibliotecas, por las celdas solares que proporcionan energía al edificio de luz, por los patios rescatados, las salas de lectura para invidentes y sordomudos, salas para niños, el Teatro Antonieta Rivas Mercado, la Librería Educal Alejandro Rossi, y la cafetería Nellie Campobello.
Decorada con murales de Juan O’Gorman con temas históricos, esta biblioteca abrió sus puertas en 1956. Es, sin duda, el edificio más representativo de la UNAM. Cuenta con más de medio millón de títulos, una sala de consulta electrónica y un portal para enlazarte con otras bibliotecas de universidades en el mundo. Aunque, la verdad, la mejor época para ir es durante las vacaciones de julio y diciembre. Cada uno de sus ocho pisos cuenta con una división temática, desde medicina hasta antropología. Hay muchísimas salas de lectura para estudiar y una terraza para fumar. El préstamo de libros es sólo para estudiantes y necesitas hacer cola para poder fotocopiar títulos —aquí es legal— y esperar muy paciente.
Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria, T. 5622 1603, bc.unam.mx
El Antiguo Oratorio de San Felipe Neri en el Centro Histórico acoge una biblioteca pública con una impresionante fachada barroca y muros que roban el aliento. Mucha gente entra, pero no para leer, ¡sino para tomarle fotografías! El valor de su acervo de la época virreinal es incalculable. Además, entre sus fondos están las bibliotecas de Gerardo Estrada y de Arturo Arnáiz y Freg. Cuenta con una hemeroteca portentosa que es la segunda más valiosa del país, cuya gran ventaja es que tiene menos restricciones que la Hemeroteca Nacional.
República del Salvador 49, Centro, T. 3688 1245, hacienda.gob.mx
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4. Biblioteca Nacional de México
Esta biblioteca se fundó en 1867 y su sede fue el Templo de San Agustín (Isabel la Católica esq. Uruguay), hasta que en 1979 pasó a formar parte de la UNAM y se mudó a la Ciudad Universitaria. Hoy forma parte del Centro Cultural Universitario donde también están el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, la Sala Nezahualcóyotl, la Sala Miguel Covarrubias y el Teatro Juan Ruiz de Alarcón. Cuenta con una colección formidable que rebasa holgadamente el millón de ejemplares. Tiene diversas colecciones además de fonoteca, iconoteca, mapoteca, materiales de lectura para invidentes y el legendario Fondo Reservado con manuscritos, ejemplares raros y valiosos.
Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria, T. 5622 6820, bnm.unam.mx
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5. Biblioteca Vasconcelos
No es la más grande del país, como se pensó originalmente, pero alberga un respetable acervo de poco más de medio millón de ejemplares. Llama la atención por su arquitectura moderna, con anaqueles flotantes y paredes transparentes que dan un poco de vértigo. Se ofrecen talleres, funciones de cine, conciertos, actos literarios y conferencias. Alberga series diversas: libros en braille, audiolibros, una colección infantil, otra multimedia (películas, tutoriales, documentales) y hasta posee una sala de música donde el oyente puede deleitarse con música clásica, jazz y folclórica. Es imposible que, ya estando allí, no veas la obra de Gabriel Orozco Mátrix móvil, un esqueleto de ballena que al cuelga sobre el área central del edificio.
6. Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia
Una de las sedes de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, que abrió sus puertas en 2010, ejerce diversas funciones: refugio para los amantes de la lectura (acervo de 4,000 títulos, aproximadamente), sala de conferencias, exposiciones, escenario donde se presentan libros y revistas literarias, lugar para platicar con escritores y escuchar cuentos, sede de talleres y diplomados de gran calidad y, además, centro de creación literaria. La entrada es libre.
