El K-Guamo: sopa de mariscos al fuego, quizás la más rica de la ciudad
La mejor sopa de mariscos de la ciudad está aquí, en el K-Guamo (y nótese que en este medio casi nunca decimos "la mejor"). Es una receta veracruzana llamada Chilpachole y es espesa, sabe a chiles secos, especies y casa costeña. La cocinan directo al fuego, empapelada en aluminio, y así mismo la sirven sobre un buen platón y con un bolillo al lado. A la mesa el chilpachole llega humeante –y así se mantiene casi una hora–, rebosado de mariscos y queso, todavía agitados por el calor. Además de lo específico y lo delirante de esta sopa, el K-Guamo tiene platillos que también nos tienen en sus manos: parrilladas viernes y sábado, un aguachile de callo que no se parece a ningún otro, una tostada de ceviche de jaiba bien jugosa o cocteles preparados sin cátsup.
El K-Guamo comenzó en un puesto de lámina en la calle López, en el Centro, hace 45 años. El puestito sigue allí, pero con los años se han sumado sucursales, todas atendidas por la misma familia. Una de ellas está detrás del puesto, otra enfrente y otra más a la vuelta de la esquina, en la calle Ayuntamiento. Este último es ya un restaurante de 2 pisos atendido por Diego Tamariz y su mamá (quien paradójicamente es alérgica a los mariscos). Los hermanos de Diego atienden el resto de los locales pues su papá, el veracruzano que comenzó el negocio, les heredó un local a cada uno para que lo trabajaran bien.
En el K-Guamo hay que abrir el apetito con un espadín y acompañarlo con rajas de tomate verde –primero acidito y luego dulce– que neutraliza el pH de la boca y mejora el trago ardiente. Después vienen las micheladas, que hay que probar alguna vez en la vida, pues derraman toda la generosidad, como el K-Guamo mismo. La michelada negra, por ejemplo, viene servida bien fría en una copa chabela (o copa coctelera), llena de clamato casi negro por las salsas y tapada con pepino, cacahuates y un guiso de camarones en salsas negras. Las hay también de otros colores: amarillas, verdes, azules. Todas con mezclas extrañas.
El menú es largo y variado, pero siempre uno tiene la opción de arrojarse a su espléndido trato (y al delicioso placer de no tener que pensar). A nuestra mesa llegó primero el caldo, como para templar el cuerpo, y luego lo frío: un aguachile de callo de hacha, que es una mezcla de ceviche sonorense y guerrerense; caldoso, con zanahoria, pepino, cebolla morada y cilantro picados muy finamente, sazonado con ajo y salsa de aceite y chiltepín. El aguachile verde de camarón vino después y duró poco, pues nos recordaron que entre más rápido lo comamos, mejor sabe. Finalmente comimos un pulpo a las brasas y ostiones Rockefeller, cocinados a la parrilla, adobados con mantequilla, mucho ajo y especies.
El segundo piso del K-Guamo de Ayuntamiento remite a un centro botanero veracruzano. Es un salón largo, lleno de mesas blancas de plástico y una barra de tragos, donde la luz es más tenue y música suena un poco más alto. Allí es a donde uno sube cuando quiere quedarse más tiempo a seguir bebiendo y botaneando yn par de horas más. Ya sea para comer de pasada en el puesto o en los restaurantes, la experiencia es demasiado buena; los precios son siempre los mismos, los platos igual de suculentos y el trato con los Tamariz rico y liviano. A leguas uno sabe que a esta familia le corre la sangre costeña por las venas.
.
Más en local.MX
Rincón de mi tierra: un lugarcito nuevo en la Condesa que sirve carne de Chinameca (!)
[/et_pb_text][et_pb_toggle title="Información práctica" open="off" title_font="|on|||" title_font_size="18" title_text_color="#000000" use_border_color="on" border_color="#9eff7b" border_style="solid" background_position="top_left" background_repeat="repeat" background_size="initial" border_color_all="#9eff7b" border_width_all="1px" border_style_all="solid"]
Horario: lunes a domingo de 11 a 18 horas
Teléfono: 5915 5495
Zona 7: San Juan y sus alrededores
Dirección: Ayuntamiento casi esquina con López, Centro
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]