Desde hace 27 años, la obra de teatro de La Llorona se ha presentado para el Día de Muertos en Xochimilco. Se trata de un recorrido en trajinera sobre la Laguna de Tlílac, en Cuemanco. Entre ahuejotes color esmeralda (que tanto nos gustan), los chasquidos de la fauna xochimilca (pájaros, ardillas, conejos) y el reflejo de la luna de octubre, la representación de esta leyenda envuelve a los asistentes en un universo místico, denso. La historia, que ya todos conocemos, aunque de distintas versiones, es siempre entretenida.

“La Llorona” está conformada por música contemporánea con instrumentos modernos y prehispánicos, cantos en náhuatl,  danza prehispánica de tradición y teatro”, dicen sus organizadores: chinamperos, agricultores, remeros de trajineras y gente de la comunidad. La puesta en escena se lleva a cabo durante la mitad de octubre y noviembre, pues la espera del Día de Muertos es parte del ritual. 

Foto: Cortesía

La obra de La Llorona, además, le da un lugar importante a la difusión y conocimiento de la música y danza prehispánica. Allí uno escucha diferentes instrumentos musicales de orígen prehispánico; por ejemplo el huehuetl, un instrumento de percusión maya, que parece un tubo; el teponazhuehuetl, un tambor hueco de madera dura, o las ocarinas, flautas de barro, hueso y carrizo, caparazones de tortuga, raspadores de hueso, entre otros que casi han quedado en el olvido. 

Este año, el evento lleva el título “La Llorona, El anhelo de un adiós”, porque va dirigido a todos aquellos que se fueron y no pudieron despedirse: “aquellos a los que no pudimos acompañar ni brindar ofrendas y honores ante su partida y a los vivimos con su ausencia y con el anhelo de al menos poder decir adiós”. A los que desaparecieron, a los que dieron su último respiro en un quirófano, sin que sus familias los acompañaran. 

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El espectáculo dura 60 minutos, aunque el recorrido completo en trajinera, de ida y vuelta, dura 90. El boleto, que puedes comprar aquí, ya incluye el recorrido en trajinera.

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