El Jardín Botánico del Instituto de Biología resguarda en sus colecciones 300 de las 945 especies consideradas en riesgo de extinción. Y allí, en los invernaderos del jardín, los biólogos guardan algunas de estas, pero no es suficiente para asegurar su conservación; se necesitan más manos, más cuidado civil, más amor por la flora mexicana. Por ello, de entre toda la oferta de planes para celebrar el 14 de febrero, nos quedamos únicamente con esta invitación del Instituto de Biología de la UNAM para ir el sábado a partir de las 11 am a su jardín botánico y volver a casa con un par de cactus raros que necesitan nuestra protección.
En realidad cualquier día del año uno puede adoptar un cactus o suculenta en el Centro de Adopción de Plantas, dentro del invernadero de su Tienda Tigrida. Pero este plan es especial porque si algo es preciso rescatar del 14 de febrero es que es una fecha para la diligencia, el cuidado, la ternura; para esas palabras menos gastadas que el amor. Sabemos que para convivir con una planta se requiere vocación, por eso es el plan perfecto para el fin de semana de San Valentin, que además recomendamos compartir con alguien querido.
Al adoptar una de estas plantas quedas registrado como padre o madre adoptiva, con un certificado que acredita la adopción y te compromete a cuidar la planta e informar al Jardín Botánico sobre su estado. Estas plantas se convierten en uno de los bienes más valiosos para quien las adopta; en caso de no poder seguirla cuidando uno tiene que heredarla a familiares o personas muy cercanas.
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