En la Ciudad de México existen cuatro mezquitas. Pocos saben esto porque, a diferencia de todo lo relacionado al new age, el islam siempre ha sido una religión sigilosa, una que no trata de evangelizar en público. Ubicadas en Polanco, Aragón, Roma y Santa María la Ribera, estas cuatro mezquitas mexicanas no son “oficiales” pero sí son, a su manera, deslumbrantes.
A pesar de su discreción y contra todo pronóstico, el islam es la religión con más conversos a nivel mundial. Y México no es excepción. De acuerdo a los censos, en 2010 había 3,760 musulmanes en el país y hoy en día, dicen los fieles, se han sumado 2,000 más. La mayoría de los islamistas radican en la Ciudad de México, incluso si no cuentan con una mezquita oficial si no con centros culturales que predican vertientes del islam, como el wahabismo o el sufismo. Quienes más asisten a estas mezquitas son extranjeros, diplomáticos y turistas, pero también muchísimos mexicanos conversos.
Visitamos las 4 mezquitas capitalinas para contarte su historia:
1. Mezquita de Aragón
El Centro Al-Hikmah está en la Primera Sección de la colonia San Juan de Aragón, al oriente de la ciudad. Esta es la mezquita que alberga más mexicanos conversos al islam. Al igual que los otros templos, no tiene una arquitectura completamente árabe. La casa la construyó la familia Rojas en el año 2000, dos años después de haber dado su shahada –un testimonio de fe–. La familia, que tenía una papelería y una peluquería, se encargó de convencer a varios asiduos a sus locales a que adoptaran la misma forma de vida islámica que ellos: practicar la jutba –el sermón– todos los viernes, y en el noveno mes de cada año del calendario árabe, el ramadán, ayunar desde que sale el sol hasta que se oculta.
Una tarde de sábado hace cinco años, Oliver Ramos –ahora de 19 años– caminaba por la calle de Donceles en el centro de la ciudad. En una librería de ejemplares antiguos encontró un libro sobre el islam, y más tarde vio en esta religión un camino espiritual. Su conversión a esta religión fue gradual y ahora participa en la remodelación de la casa para que se asemeje más a los templos de Medio Oriente. Oliver se casó en noviembre del año pasado con Daniela Carrillo, una joven de también 19 años perteneciente a una familia muy católica de la Álvaro Obregón. Daniela, para seguir el nuevo camino religioso de su amante, se fue de su casa el año pasado. La boda fue en Al-Hikmah y para festejar prepararon mixiotes. “El ser musulmanes no nos quita lo mexicano”, comenta Oliver.
.
2. Mezquita de Polanco
El templo de Polanco –más bien situado en Euclides, en la Anzures– fue creado en 2001 por inmigrantes musulmanes, por lo que tiene en los huesos a la cultura árabe. Sin duda alguna éste es el templo más importante del país por ser el más internacional, pero tampoco es una mezquita oficial. A cada jutba asisten entre 200 y 300 personas; la mayoría de ellas son marroquíes, egipcios, pakistaníes o libaneses. Oliver Ramos viene cada viernes a vender carne halal –carne que esquiva el sufrimiento del animal y al momento de su muerte se recita una súplica– en paquetitos de aluminio. Él mismo consigue las reses en granjas cercanas a la ciudad.
.
3. Mezquita de la Roma
En la calle de Sinaloa 213, una antigua casona alberga a la comunidad sufí -una rama del islam- de México. Todos los jueves por la noche, desde las 8:30 hasta pasadas las 12, los creyentes se reúnen a rezar, leer textos islámicos, tomar té o café, y a cenar. Por dentro, la mezquita está decorada con alfombras persas, telas de lo más coloridas, velas y amuletos de distintas regiones; y también, para nuestra sorpresa, retratos de grandes líderes como el Dalai Lama o Gandhi.
.
4. Mezquita de Santa María la Ribera
La comunidad salafí de México está conformada por 60 personas. Esta pequeña mezquita sigue la tradición islámica profesada en Arabia Saudita, mucho más ortodoxa que las otras mezquitas. Se trata de un pequeño local que abrió en 2013 en la planta baja de un edificio de 5 pisos, sobre la calle de Margarita, casi esquina con Insurgentes. Entre semana funciona como un café internet y papelería. “Así empezaron las mezquitas en Estados Unidos, en puros negocios”, dice Mohammed, el señor que atiende. Él nació en esta ciudad y desde hace 23 años es musulmán. Igualmente, todos los viernes hay jutba y los sábados está abierto a que la gente visite para indagar sobre la religión.
El islam se ha convertido en una alternativa para muchos mexicanos que buscan respuestas a sus inquietudes espirituales. Si quieres saber más del islam en México, dirígete aquí.