Dentro del mercado del metro Cuauhtémoc, en el local 53 se encuentra un especialista en herbolaria que comparte su puesto con una señora que vende remedios más de corte esotérico y otro personaje con uñita larga en el dedo meñique. El herbolario me dice que los mexicanos estamos pobres, jodidos, enfermos y somos tontos y yo me quedó boquiabierta. Me explica que le parece desconcertante que los alemanes y franceses conozcan mejor los usos de las plantas mexicanas. Se echa un cigarrito con gusto mientras me cuenta que su té más popular es el para los riñones, que desintoxica y limpia, es una ayudadita para los órganos y contiene cola de caballo, palo azul, cabello de elote y la hierba de taray. Es un té que alivia las dolencias de las vías urinarias como la cistitis, nefritis, hidropesía y elimina el sedimento, transformando la orina turbia en clara y transparente. LIM-PIE-ZA PU-RA.
Para el hígado:
Otro remedio famoso es el té del indio, sobretodo cuando uno se ha pasado de alcohol, ya que regenera y desinflama el hígado: contiene boldo, hierba prodigiosa y copalchi. El hígado es el laboratorio del organismo, realiza más de 700 funciones y es la glándula más grande que tenemos. El marchante dice que hay gente que va al dentista porque tiene mal aliento y resulta que más bien tiene el hígado todo congestionado. La recomendación es hacer una infusión y tomarla como si fuera agua por lo menos 3 tacitas al día. El tema es que es amargo, así que no es el sabor más rico.
Para los nervios:
El último té del que habló es para mejorar los nervios, calmarse y continuar con el 2018 de forma tranquila. Para esto hay que tomar té de azahar con té de tila. Si uno es dichoso y tiene tina en casa, lo mejor es hacerse un baño con esta mezcla para relajarse y dormir la noche completa.
Para la circulación y cicatrización:
Para la respiración:
Para las vías respiratorias hay que tomar té de eucalipto, gordolobo y buganvilia.
Para el ambiente:
Cuando le pregunto cuál es la hierba más peligrosa me dice que el ajenjo porque contiene arsénico, así que es malo en exceso, pero bueno en pocas cantidades. El herbolario dice la medicina tradicional que él promueve es de prevención, es para no enfermar, que cuando uno ya está malo sí se va a tener que ir al hospital.
Los tés de hierba que ofrece se pueden comprar desde los $20 y duran casi 3 meses. Su puesto es un gran lugar dentro de la capital para abastecerse de ellos. La medicina tradicional está en peligro de extinción y es buen momento para salvarla al tiempo que prevenimos todo tipo de afecciones típicas.
Para más información sobre medicina tradicional, visita la Biblioteca digital de la UNAM.