Ya sea por sus extravagantes siluetas, singulares texturas o múltiples tonalidades, las suculentas se han convertido en las favoritas tanto de expertos jardineros como de novatos en la materia, pues en ellas han encontrado el espécimen ideal para decorar interiores y exteriores. El hecho de que ocupen poco espacio, aunado a la mínima atención que demandan; las hacen perfectas candidatas para sembrarlas en lugares innovadores como lo son los terrarios de suculentas. Hacerlos es bastante sencillo, y no se requieren más que unos cuantos elementos para poder disfrutar de un pequeño ecosistema en casa.

Suculentas: Adaptarse o morir en el desierto

Las plantas suculentas, también conocidas como crasas, son aquellas que han engrosado alguno de sus órganos (típicamente las hojas, pero también raíz o tallos), para permitirse un mayor almacenamiento de agua, superior al de cualquier otra planta. Esta estrategia adaptativa les permite afrontar periodos prolongados de sequía y calor, propios de los lugares de los que provienen como lo son desiertos, ambientes áridos y fisuras de roca.  
Debido a su enorme variedad, además de los híbridos que continuamente se están incorporando; los botánicos difieren sobre qué plantas son técnicamente suculentas. El ser tan distintas entre sí realmente dificulta el trabajo de clasificarlas, aunque la característica elemental es que sus hojas y tallos estén hinchados por la retención de agua. Actualmente existen 8 mil especies de suculentas, segmentadas en 60 familias. Una de las más diversas es la cactaceae, ya que los cactus son “plantas carnosas” que acopian agua, pero que no tienen hojas. De ahí la confusión generalizada entre ambos grupos vegetales. “Todos los cactus son suculentas, pero no todas las suculentas son cactus”.

¿Cómo cuidar a mis suculentas?

El cuidado de las suculentas es relativamente sencillo si se equilibra lo que necesitan para sobrevivir: luz, agua y tierra. Dado su lugar de procedencia prefieren los lugares cálidos, no necesitan de riego frecuente y precisan un sustrato de bajos nutrientes, pero de buena porosidad y drenaje. Como requieren varias horas diarias de luz, la recomendación es no exponerlas directamente al sol y mejor buscar alguna ventana o lugar bien iluminado en interiores. El sustrato deberá de ser una mezcla ligera de material orgánico con algún tipo de arena gruesa o gravilla. En cuanto al riego, se recomienda que sea abundante pero únicamente cuando la tierra esté completamente seca.

¿Cómo hacer mi propio terrario de suculentas?

La parte más divertida de tener suculentas es plantarlas en lugares únicos y atractivos, como lo son los terrarios de suculentas. Se trata de una recreación a escala de su hábitat natural (como un mini jardín de interior), que podrás realizar fácilmente y con muy pocos elementos.

Necesitas:

Una pecera de cristal
Diferentes especies de suculentas
Tierra para suculentas y/o cactus
Gravilla, arena y/o alguna piedra porosa
Piedras para decorar

Instrucciones:

1 – Primero deberás hacer una base de piedra porosa al fondo de la pecera, de aproximadamente 2 centímetros de profundidad. Esto servirá como drenaje.

2 – Sobre la base de piedra colocarás la tierra especial para suculentas, casi hasta llenar el recipiente.

3 – Con la ayuda de alguna cuchara o tus dedos cavarás huecos y sembrarás tus suculentas. No importa si la raíz es muy pequeña o solamente son los tallos. No tardarán mucho en echar raíces en la tierra húmeda.

4 – Una vez sembradas las suculentas decorarás la superficie con más grava o algunas piedras decorativas.


Para finalizar regarás tu terrario evitando mojar las hojas directamente.

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