25 de abril 2024
Por: Mariana Ortiz

Ceviches, aguachiles y Amissssstad: mariscos para compartir en la Narvarte

Los mariscos en la CDMX no son nuevos, pero compartirlos en Amissssstad como si estuviéramos bajo una palapa en plena Narvarte, sí.
¿No se antoga un aguachilazo en Amissssstad?

Replicados varias veces en la CDMX, los restaurantes de mariscos tienden a ser evocaciones del Pacífico, de la playa sinaloense, de la brisa marina en la cara, de la arena que quema las plantas de los pies y del olor a bloqueador sobre la piel. Pero, sobre todas las cosas, comer mariscos en una ciudad sin playa —aunque con el mismo calor— es también compartir con amigxs las risas y las anécdotas de aquellas veces en que nos emborrachamos viendo el mar. Amissssstad, un pequeñísimo restaurante de mariscos en la Narvarte, festeja precisamente ese encuentro.

Con una ubicación discreta en la calle Juan Sánchez Azcona, Amissssstad tiene un menú escrito a mano que cambia cada fin de semana. Su chef, Oscar Benassini —otrora librero en La Murciélaga—, prepara de todo un poco: taquitos de camarón con queso, de estofado de marlín o de machaca de mantarraya; ceviche de huachinango y un aguachile de camarón con salsa verde ácida que casi no pica. A veces, muy a veces, hay aguachile de res, volcancitos de marlín ahumado o flautitas de machaca de mantarraya. También hay quesadillas de queso asadero, la única opción más o menos vegetariana en todo el menú.

No sabemos exactamente cuántas porciones preparan al día, pero Amissssstad abre hasta agotar las existencias, momento que ocurre por ahí de las 8 pm. Como buen restaurante de mariscos, de cortesía te sirven consomé de camarón, paté de marlín y frijolitos puercos —que por sí solos merecen una mención especial—. 

No hay aguachile sin chela

Cervezas, vinos blancos y spritz acompañan largas charlas de gente que se reúne en las mesas de metal blanco con o sin mascotas, con o sin hijxs. También sirven mimosas, agua de jamaica y agua mineral, pero acaso un fin de semana puedas encontrar sorpresas como leche de tigre con chela. Lo bueno y bonito de Amissssstad es que, aunque su cocina no es muy amplia, sí es abierta, así que puedes observar cómo preparan tu comida en la parrilla y echar el chisme con el chef u otros comensales.

Si llegas muy temprano, es posible que puedas escoger en dónde sentarte, pero dos o tres horas después de su apertura considera compartir mesa; sin embargo, la mera idea de Amissssstad es esa: pedir de todo para comer entre todxs, como si estuviéramos en una palapa con una bocina rentada y música a todo lo que da.

@amissssstad
Juan Sánchez Azcona 572, Narvarte Poniente
Jueves a domingo | 1 – 8 pm

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