Originario de Monterrey y ahora reubicado a las faldas del Tepozteco, Gustavo Mauricio (aka “Catsup”) presenta su nuevo proyecto Sol Oosel con su primer sencillo “The Hills”. Oosel en estonio significa “noche”, y este proyecto, una especie de ‘sol nocturno’, reúne el rock & roll, los paisajes sónicos, la electrónica y el inconsciente que se simboliza con oscuridad, con noche.
Catsup ha sido pieza clave dentro de la música nacional, primero como fundador del colectivo de artistas Happy-fi, luego dentro de la alineación de Zurdok, Quiero Club y She’s a Tease o con su último proyecto, también solista, Black Forest.
“The Hills”, de su álbum debut Janus, viene acompañado de un imperdible video producido y dirigido por el artista visual Mario García Torres. El protagonista del video es el gran director de teatro Jaime Soriano, quien representa como nadie el método Grotowski: un sistema de ejercicios psicofísicos que redefinen la consciencia corporal y mental del performer, que debe iluminar el escenario. Soriano ilumina el escenario y lo hace con movimientos catárticos que parecen canalizar ancestros con la música. El diálogo, escrito por Mario García Torres y sobrepuesto como subtítulos de Europa del Este, conecta las ideas de todos los involucrados en el video.
En exclusiva para local.mx, presentamos el video “The Hills” y una plática entre Mario y Catsup sobre el método, sus disciplinas y la intersección de todo esto.
¿Quién es Mario García Torres?
Sol Oosel: Es un artista de Monclova que trasciende lo que normalmente yo conocía como un artista. Alguien que expone la experiencia del arte como artista, espectador o cualquier postura que uno pueda tomar frente a este sistema. Él es en parte historiador, artista y espectador.
¿Quién es Sol Oosel?
MGT: Gustavo es un gran músico que ha estado en millones de proyectos, muy versátil. Por otro lado, un gran amigo. Hemos colaborado en varios proyectos y situaciones, juntos hemos inventado muchísimos mundos.
¿Cómo se conocieron?
Sol Oosel: Estábamos en Monterrey, eran los 90 y teníamos amigos en común. Era un pequeño círculo de entusiastas jóvenes que querían hacer cosas de arte, de música y en algún momento hubo un crossfade entre disciplinas y ahí nos encontramos.
MGT: En ese tiempo Catsup hacía videoclips de otras bandas (Plastilina Mosh, Niña) además de hacer música.
Sol Oosel: Plastilina Mosh estaba muy presente en esta conexión entre artistas y músicos de Monterrey en ese momento.
MGT: Era un momento en el que esa producción visual parecía coquetear mucho con el arte, y el espacio estaba muy mezclado entre disciplinas.
¿Cómo influye la música en tu trabajo como artista?
MGT: No es claro cómo funciona eso, pero yo empecé a hacer obra que pretendía ser conceptual y supuestamente muy racional y auto referencial, muy directa y en blanco y negro. Poco a poco me fui dando cuenta que esa pretensión era algo que no me estaba ayudando a comunicar lo que yo quería, y fue cuando por primera vez empecé a ver que el espacio de la música podía ayudarme a transmitir ideas. Fue así fue como empecé a usar soniditos, música, y luego fuimos haciendo diferentes colaboraciones con ideas que yo tenía en blanco y negro.
Sol Oosel: Ya hasta compositor eres…
MGT: Bueno, no soy compositor pero traduzco a letras. La verdad es que la música se ha convertido en una parte muy importante dentro de mi obra.
¿Y el arte dentro de la música?
Sol Oosel: Yo tengo muy claro el momento de mi adolescencia en el que me pregunté si quería ser músico o artista, y decidí que quería ser artista. Creo que siempre tuve muy claro que la música es una disciplina como cualquier otra. Me ha tocado desarrollarme en ese mundo y estar rodeado de amigos músicos, pero es igual que cualquier otra forma de expresión cultural.
MGT: Al final del día Sol Oosel pretende ser una cosa más amplia que un disco.
Sol Oosel: Es como cuando pones a un pintor a hacer música, va a tener una perspectiva distinta. Será la visión del pintor pero con otras herramientas que no son parte de su disciplina, y eso le dará un enfoque distinto. Cuando nada más te dedicas a la música la entiendes por sus fórmulas y sus maneras, y también te metes a sus vicios. Tomar perspectivas de otra disciplina para hacer otra es algo que yo siempre he querido hacer. “¿Qué te parece si esta canción la hago como si fuera una película?”, de repente coqueteo mucho con el film y digo “esta canción es una película pero sin imagen”. La libertad de querer crear una pieza musical pero creyendo que estoy haciendo otra disciplina me da algo muy valioso, y eso es algo que practiqué mucho en esta obra.
MGT: No me parece fácil decir que es el disco completo en esencia, pero si escuchas una canción después de la otra pareciera que es un ensayo, un número de argumentos, uno tras otro, que van desarrollando las mismas ideas. Siento que Janus es una obra completa.
Sol Oosel: Está muy inspirado en los 70´s porque entonces hacían algo conceptual. No eran rolas a lo loco, se preocupaban por las conexiones entre unas y otras, en detalles muy mínimos y estéticos, como que una canción lleva el título de una frase de otra canción. Es estar conectado con la misma mentalidad a la hora de estar creando, componiendo y ejecutando, tal cual como un álbum conceptual y, de alguna manera, eso también resuena con los artistas conceptuales ya que hay un racionamiento específico que le da cohesión a toda la obra entera.
¿De qué va el videoclip de “The Hills”?
Sol Oosel: Mario me invitó a hacer un videoclip y yo dije “genial”. Él me dijo “me gustaría enfocarme en el baile”.
¿Cómo te vino esa idea?
MGT: Me emocionan sus canciones y yo quería ser parte de eso de alguna manera. Eventualmente él definió que canción sería. Empecé a tratar de entender a qué iba a responder esto porque, a final de cuentas, yo no hago videos. Para mí también fue un cuestionamiento cabrón de ¿cómo hacer para traducir mis maneras de hacer las cosas a algo que potencialmente pudiera circular en un espacio más amplio que el espacio de arte? En esa otra subjetividad y poco a poco fui tratando de entender qué era específicamente esa canción, la letra, etc. Y me fui dando cuenta que estaba tratando de dibujar un espacio bastante personal de alguien que estaba tratando de hacer una introspección, casi rayando en lo esotérico, muy experiencial, y traté de jalar eso a entender qué significa bailar sabiendo que esas ideas que estaban en las letras estaban puestas en un contexto pop. Traté de traducir todo esto a algo bailable en que pudiéramos ver lo que potencialmente podía ser la experiencia y la actuación, el ejercicio de lo que él estaba pensando.
¿De qué habla “The Hills”?
Sol Oosel: De varias cosas. Primero es una especie de recordatorio a mí mismo de ciertas posturas emocionales que pretendo tomar en el resto del disco y durante su era. Ya después habla de este ánimo que te levanta en la mañana, de esta energía que te empuja a hacer cosas que consideras relevantes y te mantienen de buen humor, incómodo para buscar la experiencia. Habla de la pasión de vivir, de seguir cantando, bailando, creciendo y buscando. “The Hills” es un tributo a esta energía o chispa. En algún momento empiezo a decir que justo esta chispa no es de mi propiedad, es algo que compartimos todos y que existe por sí sola. Celebro el hecho de tenerla y que sea algo que se pueda compartir.
¿Tú entendiste lo mismo?
MGT: Con esas ideas medianamente abstractas empecé a ver cómo sería esa experiencia, entonces según yo era como baile, siendo muy consciente de tu cuerpo. Así comenzó la búsqueda de qué vendría al caso hacer para esa canción.
Sol Oosel: Eso nos dio la pauta de que saber de qué trata la cosa.
MGT: Empezamos a ver cómo había sido el baile a través de los siglos, qué pasaba entre el baile de culto y el popular, hasta dónde esa manifestación corporal era consciente y hasta dónde podíamos meter esas ideas a ese proyecto. Hicimos varios scripts de ideas y poco a poco empezamos a pensar que teníamos que trabajar con alguien que supiera bailar, moverse de una manera única, y por otro lado alguien que fuera cercano a esas ideas, que supiera qué es lo que significa dejarse llevar por el impulso de un ritmo, de una atmósfera o de lo que hay a tu alrededor. Así fue que llegamos a este protagonista, que es el único personaje dentro del video. Jaime Soriano tiene una historia muy particular y única en México, lo empezamos a ver y a entendernos y eso fue generando que él eventualmente bailara y reaccionara a esa música.
Sol Oosel: El video es básicamente él dejándose llevar.
¿Quién es Jaime Soriano?
Sol Oosel: Él es colega de Jerzy Grotowski, dramaturgo polaco experimental que inventó ciertos métodos muy innovadores para su época. Jaime Soriano es mexicano y estuvo mucho tiempo haciendo prácticas con él, digamos que él es el representante en México de este método.
¿Cómo es este método?
MGT: Jerzy Grotowski trató de hacer un número de técnicas que tenían que ver con cómo encontrar los personajes que tenías que hacer en ti mismo. Todas sus prácticas son ejercicios muy introspectivos que te hacen ser muy consciente de tu cuerpo. ¿Cómo hacer para encontrar a alguien en la memoria, en la historia de tu familia en un personaje similar al tuyo?
En las ideas de Grotowski, cuando tú estás viendo una obra de teatro, tú estás viendo al personaje, no al actor. Ocurre algo trascendental en que el actor pasa a un segundo plano. El método cree que no hay una representación sino una realidad. Por otro lado, Grotswski vino aquí en los sesentas en busca de un espacio energético que tiene que ver con los huicholes. Invitado por la UNAM, hizo varios talleres que duraban 15 días en la sierra, y Jaime Soriano se encontró en eso hasta convertirse en uno de los elementos de la compañía de Grotowski, que duró 3 décadas más. La otra parte interesante de esa técnica es que realmente es teatro pero sus ejercicios son muy similares al baile.
Cuando tú ves una clase pareciera que están reaccionando. Hay una parte de canto en donde empiezan a usar la voz como una forma de reaccionar y es parte de su representación. Muchos ejercicios son traer una canción que te recuerde un momento específico de tu vida y cantarla. En este momento tu mismo cuerpo está externando cierta cosa y reacciona de cierta manera. Hay una serie de cosas que pareciera que llevan más a música y a baile. Soriano tiene una historia larguísima, trabajó en muchos lugares con Grotowski, y en México es el único que todavía enseña ese método. Hace mucho tiempo que no hacía algo público, entonces ir a verlo y planearle el proyecto fue un ejercicio interesante.
¿Cómo fue la filmación?
Sol Oosel: Fue en General Prim, en un edificio grandote de dos pisos. Mario dirigió el teatro, Guillermo Garza la foto, yo fui la cámara dos y lo edité.
MGT: Al final del día fue muy espontáneo, y eso está en el video: Jaime estaba reaccionando a la música, no hubo intervención, mi manera de ver el proyecto era establecer una plataforma para que las cosas sucedieran, no tanto estar definiendo cosas sino ponerlas para que sucedieran. Catsup y Memo con visiones muy distintas también, dos visiones de cómo fotografiar eso… Se generaron esas dos cosas y están en el video.
Sol Oosel: El video está empalmado, las dos cámaras suceden al mismo tiempo. Soriano empezó a decir que era como convertirse en una especie de canal y dejar que los impulsos sucedieran. Así es como él ejecutó el baile, con esto yo encontré una relación con lo que intento hacer con la canción, ya que hay momentos en los que pretendo hacer eso cantando. Es algo que venía haciendo con Black Forest, esta canción tiene momentos en los que no sabes que estoy diciendo, y pues ni yo lo sé, sólo estoy dejando que salgan palabras. Al ver que eso hacía con el baile y con su cuerpo, lo que yo hacía con la voz le dio mucho sentido a todo lo que hicimos.
MGT: Otro elemento importante del video es que tiene subtítulos, hay momentos en portugués y la mayor parte son en inglés.
Sol Oosel: Mario muy genialmente hizo una interpretación con subtítulos de lo que yo estaba diciendo y eso acabó de darle sentido a todo y atarlo.
MGT: En esos subtítulos de pronto parece un karaoke, hay otros momentos que yo compuse y le metí texto en donde no decía nada, y hay otros momentos que vienen de una entrevista que hicimos con Jaime Soriano en donde explica cuál es su relación con la canción y qué es lo que está haciendo. Es una pieza que documenta esa plataforma y cómo cada quien interactuó con las piezas.
Sol Oosel: Esto acabó siendo como una especie de ensayo, y todas estas ideas reafirmaron lo que decía de Mario, que una manera normal de hacer el video es hacerlo y ya está, pero Mario deja ver un trabajo de mucho interés por cierta investigación temática, por ir un poco más allá. Si no me hubiera puesto esos subtítulos hubiera sido más difícil determinar la experiencia y entender de qué va la cosa.
MGT: Lo que baila Jaime son pasos rarísimos, aunque parecen muy conscientes de lo que escuchamos, son movimientos muy extraños que no parecen ni danza contemporánea ni baile popular ni del antro ni de nada. El objetivo sería que eso trascendiera el video.
¿Hicieron muchas tomas?
Sol Oosel: No, lo hicimos como tres o cuatro veces con la rola entera, se la echaba toda, otra vez y así.
MGT: También porque su trabajo es muy demandante.
Sol Oosel: No es una coreografía que ya conoces.
MGT: Es totalmente diferente cada vez que lo hace.
Sol Oosel: Si te das cuenta que es un proceso enteramente catártico, en donde sí está tratando de trascender ciertas emociones y de tener cierta conexión. Eso sí, muy agotador.
Video “The Hills”, por Mario García Torres:
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