Curiosamente, la Ciudad de México siempre ha sido un lugar ad hoc para la música experimental y el arte sonoro. Quizás se deba a razones sociales, históricas, de lenguaje o incluso de territorio, pero lo cierto es que la investigación del sonido en México ha ocupado a músicos y académicos por igual, en prácticas que van desde el uso de tecnologías modernas e instrumentos tradicionales, hasta objetos comunes y domésticos o frecuencias de radio y grabaciones de campo.
Umbral es una de estas iniciativas, y una que vale mucho la pena atender. Está formada por los artistas sonoros mexicanos Rolando Hernández y Gudinni Cortina, quienes organizan sesiones íntimas con artistas locales e internacionales, figuras de larga trayectoria y jóvenes que apenas inician, en una mezcla exquisita que hace que cada sesión sea especial, y por el carácter de la musicalidad, también irrepetible. Este febrero están llegando a su sesión #30 y nos presentan a Catriel Nievas (ARG), Uryan Lozano (Mx), Natalia Pérez Turner (MX), Axel Muñoz (MX) y Diego Villaseñor de Cortina.
La música experimental en México se mueve en otros circuitos y escenarios –fuera de los foros comunes–. Y es gracias a iniciativas como Umbral, Nicho, Aural y Volta (entre otras) que ha ido desde la marginación total hasta el reconocimiento formal del que hoy goza. Algunos espacios e instituciones como el Ex-Teresa, el Museo del Chopo, la Fonoteca y el MUAC (con su espectacular “Espacio de experimentación sonora”) también han colaborado en darle lugar a este fascinante género en México.
La sesión #30 de Umbral promete ser memorable y es una buena manera de enterarse qué está sucediendo en la Ciudad de México en torno a la música experimental y el arte sonoro.
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