Laureana Toledo es artista visual. Nació en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. La música ha figurado constantemente en su trabajo, el cual ha recorrido el mundo con mucho eco. En este diálogo nos explica algunas de sus obras, que van desde bandas de covers, cajas de memorabilia musical, periódicos, hasta un actual documental sobre el punk.
Su carrera comenzó con la fotografía y desde entonces, curiosamente, la música fue primordial. Las primeras fotos que tomó eran de sus amigos, los conciertos a los que iba, su novio Roco (vocalista de Maldita Vecindad), que era lo que tenía alrededor. Ha vivido la mayor parte del tiempo en México, y los últimos años ha dividido su tiempo entre aquí e Inglaterra. Laureana Toledo ha expuesto su trabajo en Eastside Projects (Birmingham), Whitechapel Gallery (Londres), el Museo de Arte Moderno (México), RedCat (Los Angeles), Museo Anahuacalli (México), entre muchos otros. También ha dirigido proyectos como curadora y ha trabajado en colaboración con otros artistas como David Byrne y Francis Alys. Es cofundadora y parte del consejo de artistas de SOMA y es acreedora del premio Grants and Acquisitions de la Fundación Cisneros-Fontanals.
Esta melómana nos cuenta que cuando era niña el rock and roll estaba prohibido en su casa por su padre (por que era un “purista” musical”), y que para ella la música siempre ha sido un refugio. Describe este gusto como “el más llamativo de todos”, aunque le interesan muchísimo otros temas como la poesía y la pintura.
En este recuento cronológico, que comienza hace 12 años, Laureana nos explica el origen y desarrollo de varios proyectos hasta desembocar en el que actualmente ocupa su tiempo: un documental de Punk en colaboración con su hermano, Dr. Lakra.
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1. The Limit (2005) consistió en una banda de rock formada por integrantes de 4 bandas mexicanas: Disco Ruido, Bengala, Zoé y Café Tacvba. Estos tocaban covers de canciones de bandas originarias de Sheffield, Inglaterra.
LT: La idea de esa bienal en Sheffield era que tu trabajo debía estar dirigido a un espectador imaginario que odiaba el arte, así que lo que hice fue disfrazar la pieza. Junté a estas estrellas del rock mexicanas para ir a Sheffield a hacer covers de bandas originarias de esa ciudad inglesa. De repente, este espectador imaginario se daba cuenta que llevaba dos horas bailando una pieza de arte y no un grupo de covers malo de México tocando a Pulp, Def Leppard o Arctic Mokeys. Creo que aquí empezó para mí una búsqueda a través del rock, que tiene que ver con cómo nos miramos los unos a los otros.
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2. Correspondencia (2009-2011) fue la pieza que Laureana Toledo hizo en colaboración con el bajista de Duran Duran, John Taylor.
LT: Muchos años antes de la pieza, en algún momento, me di cuenta que tres de mis bajistas favoritos se llamaban John: John Entwistle de los Who, John Paul Jones de Led Zeppelin y John Taylor de Duran Duran.
Este dato irrelevante me llevo a hacer varios experimentos, hasta llegar por casualidad a esta pieza que se armaba desde el papel secundario, para un espacio nuevo en Birmingham, Inglaterra. Para mí era la comparación de ser una mujer mexicana dentro del mundo del arte en Inglaterra con la condición del bajista, que siempre es protagonista secundario en las bandas. O el principio geográfico de Birmingham, que es orgullosamente la ciudad número dos en Inglaterra después de Londres.
Después de algún tiempo encontré a Taylor, uno de estos tres bajistas, y empezamos a platicar. El proyecto se dio como si fuera un juego de tenis; yo le decía algo y él me contestaba. Y la pieza es así, es un reflejo de cómo nos miramos los unos a los otros. Era decir, “no importa de dónde seas, de dónde vengas, de tus circunstancias; todos hemos pasado por una serie de procesos de desplazamiento.
Lo hicimos en México y en Birmingham, ciudades que en algún sentido se corresponden y también son muy antagónicas. Él hizo el periódico, intercambiamos ciudades y tomamos video en cámara de super ocho. La regla era que no podía salir ningún monumento o cosa que te revele dónde estás. Yo fui a la ciudad inglesa y el vino a México. Todo el tiempo estábamos cambiando de roles, de ciudades, no importaba qué se había hecho ni en dónde, lo que importaba era el conjunto de todas estas reciprocidades.
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3. Autorretrato (2012) es la colección personal de Laureana Toledo. Incluye fotos, gafetes, boletos, recaditos e infinidad de cosas que se relacionan de manera directa con la música. Todo está dentro de cajas selladas que no se volverán a abrir.
LT: No es una revisión del rock en México en una época porque faltan muchos grupos. Esto más bien representa mi relación con una serie de gente, eventos y momentos. Todo está archivado en cajas cerradas. Mi deseo de cancelarlas fue para exaltar la idea del fetiche. Guardar todo esto por tanto tiempo es un fetiche, así que decidí volverlo aún más fetiche de esta manera. Fue como volver a guardar lo que ya está guardado. No lo puedes ver, tienes que creer en una imagen pequeñita de un contacto que te dice qué hay dentro. Son como 40 cajas, o algo así, y cada una está ordenada por grupo: Maldita Vecindad, Fobia, Café Tacvba y muchos más. Con esta pieza estoy hablando de mí, de mis relaciones, de mis amistades y de dónde estaba yo en qué momento. El asunto ahí fue el de revertir los papeles del coleccionista, de quién se está hablando al presentar la colección.
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4. En colaboración con su hermano, el artista Dr. Lakra, Laureana Toledo está trabajando en un documental sobre punk en la Ciudad de México y sus alrededores.
LT: Estuve yendo a trabajar en la ruta del tren transístmico: un tren que ya casi no se usa, entre Coatzacoalcos y Salina Cruz. De esa zona viene mi familia paterna, y casi en cada uno de los puntos donde para el tren hay una anécdota, una historia… Hubo muchas cosas que me fueron jalando y, ya que estaba ahí, fue muy duro darme cuenta de cómo está realmente la patria, la situación. Esto me pegó mucho, más por ser el lugar donde crecí, y me llevo a poner los pies en este país. Voltear la mirada hacia adentro me llevó a involucrarme más, o más directamente, en asuntos políticos y sociales. Al mismo tiempo, mi hermano llegó un día y me dijo que porqué no hacíamos un documental sobre los amigos punks en el df, y de repente pum, empezaron a suceder cosas de manera orgánica.
Por cómo está ahorita el mundo creo que es un tiempo más de gritar que de susurrar. En ese sentido el punk es ya el lugar para mí. Yo no veo ninguna otra parte de la música en México gritando de esa forma. El punk es música pero con rabia y mensaje social y con una intención muy clara. Entiendo esa rabia, ese sentirse engañado, y sí entiendo esas ganas de querer cambiar al mundo. Yo también quiero cambiarlo. O por lo menos intentarlo”.
Ésta es la primera vez que trabajó con mi hermano y me encanta porque nos conocemos de toda la vida, nos llevamos muy bien pero esta es una nueva forma de comunicación, a través del trabajo serio. Al ser tu hermano, obvias muchas cosas que no tienes que decir. Coincidimos en muchas y muchas otras no, pero una ventaja es que ninguno de los dos hace cine, entonces al final lo estamos haciendo más como si fuera una escultura… Vamos probando poco a poco a ver si se cae o si no se cae.
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