La cerveza artesanal llegó a México por allá de 1990, pero si no conocías a alguien que la hiciera en su casa era difícil probarla. Hasta los dosmiles llegaron inversionistas (principalmente de Monterrey y Ciudad de México) y la posicionaron como un producto de consumo emergente en nuestro país. Hoy es producto “gourmet” porque es más cara que la industrial, y aunque hay muy pocas que sean buenas, sí las hay. Encontramos un lugar en la Portales que hace una preselección de estas cervezas para que no haya catálogos inteminables y lo hacen muy bien. Se llama la Taberna Calacas.
La Taberna Calacas tiene un diagrama en una pared para conocer los tipos de cervezas que hay. Para quienes se quedan con dudas, en la barra hay un par de expertos cerveceros que se toman el tiempo para explicar detalles de cada una de sus propuestas. Además, en la carta y el pizarrón viene desglosada la información que necesitas para saber elegir entre una PORTER o una IPA.
Gracias a que trabajan con una enorme cantidad de cerveceros nacionales y que incluso el local funciona como taller de elaboración de cervezas, su oferta cambia. Cada fin de semana hay nueva y casera cerveza de barril.
Más que un espacio gourmet, la Taberna Calacas es un bar alternativo de rock con música a buen nivel para que puedas hablar mientras te tomas alguna de sus variedades de cervezas y disfrutas una botana, como las que están hechas de lúpulo.
Los domingos tienen brunch y los chilaquiles son picosos y muy buenos para acompañar con cerveza.
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