Rico empezó como una fiesta. Tuvo dos ediciones y con ellas dejó huella en la escena nocturna de la ciudad. Ahora tiene un espacio propio en la aún latente Zona Rosa, en Niza 45, y al parecer es el lugar más pujante de zona, con el perreo más movido y –como su nombre lo dice– rico.
El lugar tiene 3 niveles. La planta baja es la casa del perreo. Allí suelen invitar DJs cuyos beats sucios suenan emergentes y son sumamente populares, como Uzielito mix. El segundo nivel es la zona de los éxitos atemporales: canciones clásicas mexicanas y mundiales se debaten entre quién provoca más fervor entre los asistentes. Casi siempre terminan empatados. Por último está la terraza, la zona más tranquila de todo el lugar, donde los asistentes salen a fumar o platicar.
En Rico no hay cover hasta las once de la noche y la puerta, que abre desde las 7 pm, cierra a las 3 de la mañana. Sin embargo, la fiesta continúa dentro de sus muros, ya muy (muy) pasada esa hora. Para información detallada de los horarios y eventos, dirígete aquí.
Con apenas un par de meses abierto, Rico ya es un favorito de la escena de ambiente. Los neones marcan los detalles del lugar; elementos de metal –como el techo de reja–, cuero negro y espejos (muy BDSM). Rico mezcla de forma exitosa los estilos decorativos para abrir espacio a los espectáculos más heterogéneos, propositivos y abiertos para la comunidad LGBT y amiga.
La escena gay sigue firme su camino hacia un lugar más libre. Fuera de la marginación en la que estuvo décadas y siglos. Rico mejora la ciudad porque, además de divertido, es otro espacio seguro y afín a la comunidad sexo diversa en la ciudad.
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