Petra es el nuevo gastro bar y speakeasy de la Roma, ubicado en Puebla 109. Si llevas un rato en la escena nocturna de la ciudad, tal vez recuerdes que ahí antes había un barecito que nos dejó muchas alegrías. Así que en cuanto me enteré de este nuevo speakeasy, supe que la diversión estaba garantizada.
Después de la ola de lugares con las mismas mesas y barras de metal, vinilos y una personalidad intercambiable, lo que hace que quieras aceptar la invitación a Petra es principalmente su arquitectura. Una casona antigua en la roma norte, restaurada a tal punto que al entrar, te sientes teletransportado a una dimensión un tanto futurista, un tanto onírica. Lo que llama primero tu atención es la luz, una mezcla de claroscuros que te permite ver sólo lo esencial, creada de la mano del estudio mexicano, Sombra. Si alzas la mirada hacia las escaleras te verás atrapadx por el show de luces cambiantes, una obra en el techo que hace alusión a un James Turrell.
Al centro del espacio está la barra principal, bañada en un manto verde que hipnotiza y te hace pedir un martini para empezar la noche. Aquí la carta no es la típica: las bebidas siguen técnicas innovadoras y procesos de destilación propios. El menú va cambiando con base en el producto estacional por lo que no vas a encontrar tu coctelería clásica, por el contrario, tendrás opciones únicas de donde elegir y lo mejor, es que todos los cocteles – son 8 – están catalogados bajo un número y un nombre. Ejemplo: Figura 2: Walzer. Que si lo que te gusta, como a mi, son los martinis, entonces te recomiendo empezar así la noche. Es una mezcla muy especial de ginebra, kaffir y pepino que nunca había probado. Me seguí con un Figura 6: Buzzing, una mezcla de cítricos muy especial con ginebra, sansho y agua de rosas. El 5: Heatbreaker, fue de mis favoritos, tiene bourbon, fresa, vermut dulce y una cereza al fondo y su sabor me recordó al licor de cereza que tomaba mi mamá.
La gastronomía es otro tema completamente aparte, es decir, un espectáculo dentro de su simplicidad. Si bien el laboratorio gastronómico es dirigido por el mismo chef de Sarde, Jacob Harth, las opciones aquí son limitadas, pero no por eso menos especiales. Por el contrario, cada bocado puedo decirte que despierta una extraña sensación de confort mediante sus texturas, aromas y sabores. Para mi, el ganador indiscutible fue la hamburguesa de wagyu, que si bien el mesero nos advirtió que “todos los platillos venían muy abundantes”, si eres de buen colmillo o no te gusta compartir, te diría que te aventures a pedírtela tú solitx. Eso sí, acompáñala con su versión de ensalada césar y unas papas fritas con dip.
Ya no llegamos al postre, pero te puedo asegurar que si es algo como todo lo descrito anteriormente, no te lo vas a querer perder.
Reservaciones por Opentable
M-M 7:00-12:00
J 7:00-2:00
V-S 4:00-2:00
Córdoba 27, Roma Norte