Un fantasma recorre la colonia Roma: el Fantasma del vinito a media tarde. Y es que hay un nuevo lugar en el que tomar vino no implica más que sentarte en la banqueta y disfrutar de una, dos o tres copitas. Se llama Fantasma y está en la calle de Orizaba, junto a su hermano, el restaurante Fugaz. Para probarlo, fuimos una tarde después de los pendientes de la oficina y nos gustó muchísimo. Es perfecto no solo para antes de la fiesta, sino para cualquier momento de calma entre semana.
Un fantasma amigable en la banqueta
Fantasma es un bar y tienda de vinos naturales. Para bien y para mal, no venden de otro tipo. En su mayoría son mexicanos, pero también hay algunas sorpresas provenientes de Francia o España. Quizá lo mejor de todo es que no tienes que desembolsar una fortuna para probarlos. ¡Así como lo escuchaste! Hay por copeo o, para los valientes, por botella. Es un lugar pequeñito, íntimo, sin lugar para sentarse dentro y con apenas dos o tres mesitas sobre la banqueta.
Fantasma tiene un encanto particular. Sus paredes se visten con las botellas de etiquetas únicas que los dueños traen de todas partes de México. Al fondo, antes de llegar al baño, tres repisas con vasos y copas de vidrio le dan una curiosa profundidad al local. Algunas de esas botellas han sido convertidas en floreros. Por fuera, hay un mensaje cuidadosamente escrito con pintura, “Por copeo o por botella”, que no pasa desapercibido por los grandes observadores de la ciudad. Además, su fachada verde olivo contrasta con el verde oscuro de Fugaz. Esto no es casualidad: quienes asisten pueden tomar un vinito en Fantasma y luego comer en el restaurante aledaño. Una combinación ganadora por donde se vea.
Vino a ras de calle en la Roma
El vino por copeo cambia cada semana, mientras que las botellas a la venta varían cada mes. Lo ideal es que te dejes sorprender por las recomendaciones de los dueños y pruebes el tinto, blanco, rosado o naranja que hayan abierto ese día. Por otro lado, si eres un fanático del vino, esta será una de las tiendas que mejor te vengan. Dice un viejo proverbio que uno nunca puede tomar demasiado vino. Pero si es a ras de calle, como que hasta sabe mejor. Cuando fuimos de excursión por la Roma, probamos la etiqueta You fuck my wine?, un vino francés de la bodega Fabien Jouves, perfecto para desconectarnos de la oficina y los pendientes.
La copa cuesta 180 pesos y las botellas van desde los 450 hasta los 1300. El descorche está en 150. Aunque el vino es la especialidad de esta bodeguita, también hay chela y mezcal para que nadie tenga que pasar la tarde sin beber. Por su tamaño, Fantasma nos recuerda a otros lugares banqueteros como Bussifame
o los jueves de cata de Escorpio
. Como aquellos, Fantasma no es un lugar que te invite a pasar horas y horas, pero el concepto nos gusta. Una copita de vino en miércoles por la tarde, justo después de comer, no le viene mal a nadie.
@bodega.fantasma
Orizaba 3, Roma Nte.
Miércoles | 1 – 7 pm
Jueves a sábado | 4 – 10 pm