Hace 16 años en Iztapalapa nació una de los festivales culinarios más característico de esa delegación: el Festival de la Enchilada. Todo empezó con la idea de promover las diferentes maneras de preparar uno de los principales antojitos de la cocina mexicana.
En esa primera fiesta, 18 restaurantes de Iztapalapa van a crear y experimentar con diferentes ingredientes, y si bien ya conocíamos algunas clásicas como las suizas (preparadas en salsa verde con base de crema y leche), otras empezaron a incluir ingredientes menos comunes en el arte de la enchilada como el pastor, el suadero o los pétalos de rosa.
Más de una década y media después, el Festival de la Enchilada festeja tendrá 24 restaurantes presentes y 200 variedades de enchiladas distintas. Pero además del abanico de posibilidades que habrá, una de las razones principales para ir este año es que habrá 32 enchiladas representativas de cada uno de los 32 estados del país. Desde las potosinas (hechas con tortillas pequeñas, rellenas de requesón o frijoles) hasta las queretanas (rellenas de papa y zanahoria). La oferta cuenta con opciones vegetarianas.
Lo mejor de todo es que el festival dura 10 días, tiempo suficiente para ir a probar con calma, sin sentirse lleno o asqueado. Uno hasta podría darse a la tarea de ir un día y hacer una lista para los días siguientes; de eso se trata esto, de disfrutar y comer tan deliciosos experimentos basados en uno de los mejores inventos mexicanos.
Para darse una idea, esto estará en el menú del festival: enchiladas de mole con guajolote, con chile en nogada, rellenas de chamorro, escamoles, con pancita de res, charales, gusano de maguey, venado, nata y pétalos de rosa. Además de la comida, habrá música en vivo y talleres de, sí, enchiladas.
Recomendamos ir con efectivo, pues la mayoría de los puestos no cuentan con terminal, y con mucha mucha calma y hambre para recorrer todos y cada uno de los puestos y oferta gastronómica que nos hará reencantarnos con la Ciudad de México.
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