El sándwich de huevo nació del ingenio que la escasez agudiza, a saber, ahorrar tiempo y dinero: dos nociones que cambiaron con la Revolución Industrial. El breakfast sandwich, como le llamaban los ingleses, era una comida utilitaria, barata, que daba mucha energía y por lo tanto era ideal para los obreros londinenses del siglo XIX, quienes lo pedían para llevar tempranito en la mañana como arranque al trajín diario.

clara y ema

Sería exagerado, incluso absurdo, querer hacer de este sencillo invento algo demasiado elaborado –o para mantenerlo en la semántica culinaria, quererle echar mucha salsa a los tacos. Por ello (y porque demasiadas opciones pueden matar al hombre) Clara y Ema, la cafetería que tiene un menú de 3 simples, maravillosos sándwiches de huevo, con los mejores huevos de campo, el mejor queso cheddar y vegetales orgánicos locales, merece un lugar especial.

Sobra decir que el desayuno es un ritual para los mexicanos y que a menudo se dilata hasta la hora de la comida. Podemos decir que el personaje principal de este ritual es el huevo, pues su transmutación es insospechada, casi alquímica y también intrincada: “¿cómo quiere sus huevos?” ha pasado a ser una pregunta esencial en la vida del mexicano.

clara y ema

En Clara y Ema, un rincón en la Condesa igual de sencillo que su menú, lo quieren en la forma de 3 sándwiches de pan brioche recién horneado: Clara –el más pedido– lleva huevo estrellado con mucho tocino ahumado, queso cheddar y mayonesa de chipotle. El Ema lleva huevo revuelto con queso cheddar, cebolla caramelizada, sriracha mayo y cebollín. Y el Claudio, en honor al gallo querido, lleva huevo revuelto, salchicha polaca, queso cheddar y chipotle mayo. Para no negar la cruz de su parroquia –o el estilo Condesa– los tres se pueden pedir con aguacate.

clara y ema

En realidad uno puede personalizarlo y hacer sus propias combinaciones pero tampoco es que sea necesario ir contra su filosofía elemental: como los sirven ya son deliciosos.

También tienen jugo de naranja, café, espresso o cold brew (el de la casa). Y de postre más pan: un panqué esponjoso, que es receta secreta del chef Edwin Mendoza.

clara y ema

Obvio son petfriendly. Incluso algunas veces te encontrarás con el pastor australiano, un ojo castaño y el otro azul, de Humberto, el dueño del lugar, quien tiene el trato campechano que tanto se agradece en estos tiempos.

Para los días tristes, malos o flojos siempre estará este noble y entusiasta lugar para comenzar de nuevo y arrancar al trajín cotidiano a cualquier hora del día. Para los días felices, también.

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