En una primera parte de la ruta del café hablábamos sobre lo difícil que es encontrar buenos cafés, pero encontramos 7 lugares exquisitos, cada uno a su manera. Como siempre en la ciudad, locales y cafeterías siguen abriendo y esa búsqueda se vuelve constante. ¿Dónde está el mejor café de la ciudad? Nos dimos a la tarea de actualizar la lista y encontramos otros  6 lugares en los que puedes disfrutar la mejor combinación para una experiencia cafetera impecable (o así lo creemos nosotros).

Praga 29

El edificio que alberga esta cafetería es precioso. Está en la Juárez en una casa Art Decó restaurada, y tiene la iluminación original (esa iluminación perfecta en las esquinas donde nunca se ven los focos).  Aquí uno puede disfrutar un café orgánico de Chiapas y comida elaborada en casa con recetas únicas. La calidad del café de Praga 29 es muy buena y el espacio tranquilo es perfecto para tomar una taza a cualquier hora, rodeado casi siempre de la comunidad coreana. 

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Rompeolas

El café de Rompeolas es de los más ricos: es intenso, colorido y tiene un olor frutal que despierta los sentidos. Ubicado en Milan 44, este café tiene en su carta los básicos: americano, espresso, latte y capuccino. Pero destaca por su cold brew, que es la extracción fría de café. No te puedes ir sin probar los flotantes preparados con root beer y helado, una bebida buenísima para el calor.

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El olvidado

Además de ser parte de nuestra lista de cafés para ir a trabajar a gusto y sin prisa, este lugar tiene uno de los mejores cafés de Coyoacán (y eso es mucho decir, tomando en cuenta que El Jarocho está a tan solo unos pasos). Esta cafetería pretende rescatar la repostería tradicional inglesa con recetas heredadas por la abuela. El  pan, los scones, el té negro y las tisanas son quizás su especialidad. El sandwich de curry merece una mención especial.  Además puedes comprar bolsas del mismo café que preparan allí, que es de Chiapas y es muy bueno. El local está ubicado en una calle tranquila de Coyoacán, y un gran acierto es la selección musical, que sentimos que suena más o menos como este playlist que alguna vez hicimos.

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Cardinal

Pol, Alex y Eriberto, alias “Shak”, abrieron esta pequeñita “casa de café” llamada Cardinal, a donde se va a tomar delicioso café, a leer o a jugar al ajedrez. Desde la decoración se percibe esta diferencia entre cafetería y casa de café, establecida por el vínculo entre los tres. Shak cuenta cómo llamaron Voltaire a su café Voltaire y eso hace que uno quiera probarlo. Está hecho con expreso, leche espumada tibia y chocolate semiamargo de Oaxaca, pero se inspira en el antiquísimo Café Procope de París, donde el filósofo solía tertuliar y tomar un café con chocolate. El café de la casa es de Xochitonalco en Oaxaca, el señor Fidencio Patricio y su hija Carolina son los productores. El más pedido en Cardinal es de origen Acatepec.

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Camino a Comala

Camino a Comala

Camino A Comala comenzó con la idea de traer un pedazo de Colima a la ciudad de México, pero por razones logísticas no encontraron un proveedor que les surtiera la calidad de café colimense que querían, y ahora su café de la casa, con el que hacen el espresso, es de Huatusco, Veracruz, y terminó por ser uno de sus mejores atributos. Cada semana o máximo cada 15 días reciben cafés de distintas partes del mundo como de Etiopía o Burundi que puedes tomar en métodos artesanales de extracción del café, como el V60, Chemex o Aeropress.

Una de las cosas que en seguida llaman la atención de Camino a Comala es su atmósfera tranquila, rodeada de plantas, muebles antiguos o hechos de madera reciclada, y mini-bibliotecas. Hay tés, chocolate caliente, pizzas personales, chapatas y baguettes de carnes frías y quesos y, por supuesto, cerveza artesanal de la marca Colima. Todo esto puedes disfrutar mientras escuchas una selección de jazz que nunca se detiene y que un día cada dos meses se convierte en un trío de jazz en vivo.

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Casa del fuego

cafés

Este lugar es de nuestros favoritos de la ciudad para ir a desayunar, aunque se llena bastante. Sus desayunos son excepcionales, pero el café se lleva mención honorífica. Aquí lo preparan en diferentes técnicas, incluido el sifón japonés y el filtrado en tela. La decoración es discreta y sobria; sus paredes blancas y barra de mármol combinan perfecto con la música que suena de fondo. Pronto tendremos una nota especial y específica sobre este lugar delicioso. 

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